Mons. Barba: "Que Dios nos dé la gracia de ser buenos pastores"
- 26 de septiembre, 2022
- San Luis (AICA)
El obispo de San Luis hizo esta petición durante una de las misas de la novena preparatoria para la fiesta de uno de los patronos del Seminario San José y San Miguel Arcángel.
El Seminario diocesano San José y San Miguel Arcángel viene celebrando una novena en distintas parroquias de la diócesis en preparación para las fiestas patronales de uno de sus santos protectores, el próximo 29 de septiembre.
En este contexto, el obispo de San Luis, monseñor Gabriel Bernardo Barba, presidió una misa en la capilla del seminario, en la que destacó que hayan sido muchos los sacerdotes que concelebraron.
«Alguna vez escuché que el mecánico se mancha de aceite; los administradores muchas veces manchan sus manos con dinero y los carniceros se mancharán con la grasa, con la sangre… Escuchando la primera lectura de hoy, del Eclesiastés: 'vanidad de vanidades, pura vanidad’. Yo me atrevería a decir que muchas veces los clérigos nos manchamos de vanidad: porque nos creemos que algunas cosas son mérito nuestro o sentimos que hemos logrado tal o cual cosa, o somos muy duros con los juicios”.
“Así como ciertos oficios se manchan más fácilmente con esos elementos, yo creo que la vanidad es un pecado al que tenemos que estar muy atentos. Porque nos equivocaríamos de rumbo”.
El prelado indicó que «a veces nuestra vanidad viene por las cosas sagradas; a veces nuestra vanidad viene por nuestros proyectos pastorales… Y es muy común muchas veces escuchar que los curas somos muy celosos entre nosotros, o que competimos, o que nos cuesta alegrarnos de los logros de nuestros hermanos”.
“Éstas son cosas que muchas veces las vemos, y no me refiero a San Luis, me refiero a nuestra debilidad, a nuestros defectos y vanidades que se hacen muy comunes. Yo creo que desde el seminario debemos ir trabajando este corazón de pastor, en el despojo, en ir vaciándonos, en el mejor sentido de la palabra, de nuestros proyectos y dejar que Dios obre”.
Monseñor Barba invitó a pedir a Dios que como ”cuerpo sacerdotal crezcamos en comunión; crezcamos en esta tarea común y que nuestro corazón realmente lata con el corazón de Jesús”.
“Que nuestro camino de discípulo cada día nos lleve a crecer en comunión, crecer en unidad, en una evangelización que la hacemos entre todos y en la que todos somos necesarios, acercándonos desde lo más profundo de nuestro corazón y la profundización del misterio… Conocerlo para amarlo más, y desde el amor llegar a un conocimiento más profundo”.
“Que Dios nos dé la gracia de ser buenos pastores, que vaya preparando el corazón de cada seminarista: esas semillas que algún día podrán dar sus frutos a partir del regalo del orden sagrado”, concluyó.+