Se llevó a cabo la Asamblea Nacional de Pastoral de Juventud Argentina
- 17 de agosto, 2022
- Córdoba (AICA)
Participaron representantes de 33 diócesis y ocho movimientos nacionales, que profundizaron sobre la identidad de la Pastoral y acerca de los desafíos en el acompañamiento de los jóvenes.
La 35° Asamblea Nacional de Pastoral de Juventud Argentina se llevó a cabo entre los días 13 y 15 de agosto, en el colegio Inmaculada de la orden franciscana de la ciudad de Córdoba.
Participaron representantes de 33 diócesis y ocho movimientos nacionales. También participaron como delegados de la Pastoral, el obispio auxiliar de San Juan de Cuyo y administrador apostólico de San Rafael, monseñor Carlos María Domínguez OAR; el obispo auxiliar de Córdoba, monseñor Ricardo Orlando Seirutti; y monseñor Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro.
Acompañados por el lema "Lo vio y se conmovió", los coordinadores nacionales de la Pastoral de Juventud, César Contreras y Cecilia Ascúa, expresaron que durante las jornadas “hemos podido seguir actualizando el discernimiento sobre la identidad de nuestra Pastoral, recuperando la historia de los procesos que venimos realizando y pensando los desafíos que tenemos en cuanto al acompañamiento de las distintas realidades juveniles”.
Asimismo, manifestaron: “Bajo la inspiración espiritual del lema que nos convocó, dedicamos tiempo a mirar ‘en foco’ algunas realidades juveniles que nos interpelan y nos duelen, preguntándonos qué diría y haría Jesús samaritano ante ellas, qué fuego se encendería en su corazón de ternura, cuidado e implicación”.
“Los diversos ejercicios que se nos propusieron como pistas para hacer realidad la acción nacional de Mesa de Juventudes, que elegimos en 2020 y reafirmamos en 2021 como asamblea, nos llevaron a descubrir y compartir actitudes kerigmáticas que podríamos activar y desarrollar en los territorios de nuestras diócesis, regiones y movimientos eclesiales”, explayaron.
En ese sentido, indicaron que las mesas de juventudes “no quieren ser una actividad más sino una conversión de las miradas pastorales con que venimos trabajando y que en cada geografía física y existencial de nuestras Iglesias locales tendremos que construir con las realidades concretas que hay en cada territorio. En el diálogo se expresó con mucha fuerza que cada situación deberá sumar a la mesa las voces que no lo están pudiendo hacer”.
Por otra parte, aseguraron que la Iglesia sinodal, joven y samaritana “quiere sacar la mesa afuera, reconociendo que el desafío nos lleva a reconocer nuestras propias vulnerabilidades pero siempre creyendo que ahí habita el Señor viviente que nos quiere dadores de vida”.
En el transcurso de las jornadas, que estuvieron marcadas por distintos acentos, desde la Pastoral manifestaron que “nos acompañó la fuerza del Espíritu que une en la diversidad de territorios, carismas y modalidades, cuando, como María, sabemos abandonar nuestras seguridades para dejar que se haga visible la maravilla de Dios en la vida de tantos jóvenes de nuestra querida Argentina”.+