Junto a su tumba, los goyanos recordaron al primer obispo Alberto Devoto
- 29 de julio, 2022
- Goya (Corrientes) (AICA)
La comunidad rezó por su eterno descanso y participó de la misa presidida por Mons. Adolfo Canecín, quien definió a su predecesor como "un pastor fiel" con un oído en el pueblo y otro en el Evangelio.
La comunidad diocesana de Goya se congregó el jueves 28 de julio en la catedral Nuestra Señora del Rosario para rezar por el eterno descanso del primer obispo, monseñor Alberto Pascual Devoto, al cumplirse 38 años del fallecimiento de quien es considerado "el apóstol de los pobres".
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Ramón Canecín, definió a su predecesor como un "pastor fiel”, al asegurar que“Devoto supo tener un oído en el pueblo y otra en el Evangelio y, desde esa doble actitud procuro responder a los desafíos de su momento”.
La Eucaristía tuvo lugar en el templo catedral, donde se encuentra la tumba de monseñor Devoto. Concelebraron los presbíteros Tomás von Schulz y Orlando Gutiérrez. También hubo una misa en el Paraje El Carmen, sobre la ruta nacional 12, lugar donde falleció trágicamente el obispo y se unieron en celebraciones simultáneas en parroquias y capillas de la jurisdicción diocesana.
En su homilía, monseñor Canecin recordó momentos de la vida y del ministerio de monseñor Devoto, destacando su humildad y cercanía con los más pobres.
“Hacer memoria agradecida, no se trata de reeditar la historia -aclaró el obispo- sí tenemos que procurar valorar, porque, el padre obispo Alberto Devoto y sus sucesores han procurado desde el Magisterio de la Iglesia ser fieles y respondieron con la mayor prontitud y el mayor acierto posible a los desafíos y así manifiestan los frutos, a cada etapa de la historia”, subrayó.
“Monseñor Alberto Devoto, intentó y procuró, con los presbíteros y laicos de ese momento, responder con la mayor fidelidad. Y hoy nos toca a nosotros como Iglesia, y con la Palabra de Dios que es la misma de siempre, y desde el magisterio actual, ver cómo ser respuesta a los desafíos", sostuvo.
El prelado goyano aseguró que "la mejor manera de hacer memoria es imitar esa actitud de fidelidad” que tuvo el primer obispo diocesano y subrayó: "Devoto supo tener un oído en el pueblo y otra en el Evangelio y, desde esa doble actitud procuro responder a los desafíos de su momento”.
“La Palabra del Señor sale hoy a nuestro encuentro”, y en esa línea, planteó, en “ser como arcilla, dóciles en manos de Dios, que es el único divino alfarero, para que Él nos moldee y desde ese molde que Dios nos regala, tratar de ser repuesta en esta etapa de la historia, como lo fue el padre Alberto Devoto y los obispos que me antecedieron”.
Monseñor Canecín animó a “escuchar los clamores de la realidad, ver la luz que brota del Evangelio y ser respuesta”.
“Que la memoria agradecida de nuestro primer obispo Alberto Devoto, nos ayude a que cada uno de nosotros, nos propongamos a no reeditar lo que el intentó, sino hoy, ver cómo, desde la Palabra de Dios y el magisterio, con estas actitudes ser nosotros una Iglesia en salida, caminando juntos con estilo sinodal, llegando a todas las periferias geográficas y existenciales, sacando desde lo antiguo y de lo nuevo para poder ser respuesta a los grandes desafíos y clamores de la realidad”, concluyó.+