España: Los obispos se unen al clamor del Papa "por el cuidado de la creación"

  • 22 de julio, 2022
  • Madrid (España) (AICA)
Tras la publicación del mensaje por la Jornada del cuidado de la creación, la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social insisite "en no destruir el medioambiente"

Los obispos de la Subcomisión Episcopal española para la Acción Caritativa y Social, se unieron al mensaje del papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación. Bajo el título “Crisis energética, paz y cuidado de la creación”, los prelados señalan a este como el momento oportuno “para renovar nuestra fe y nuestra oración, pues la guerra en Europa nos sorprendió a todos y puso sobre la mesa la profunda interconexión entre la seguridad energética, el riesgo de un conflicto armado y el peligro de destrucción de toda forma de vida, que ya diagnosticó hace casi 60 años San Juan XXIII”.

Tal como difundió el portal Ecclesia, los obispos españoles insisten en que ya en la carta encíclica Pacem in terris se hacía una llamada a “todos los hombres de buena voluntad a no sembrar el miedo en la humanidad y a no destruir la vida, una llamada que, desgraciadamente, sigue siendo actual en un tiempo como el nuestro, marcado por la guerra y la degradación medioambiental”.

En la década de 1960 fue precisamente cuando emergió también la preocupación por la cuestión medioambiental; fue la época en la que las primeras voces científicas alertaron de la importancia del cuidado de la naturaleza y del profundo vínculo entre ese cuidado, la salud humana y la paz.

El Consejo Mundial de Iglesias inició, poco después, la iniciativa ecuménica “Justicia, Paz e Integridad de la Creación” con la que la Iglesia Católica, con el paso del tiempo, se ha identificado.

Cuando ya estaba naciendo un cierto consenso para afrontar los problemas de fondo de la humanidad en el orden energético y en el orden alimentario, “con la guerra se puso en peligro el equilibrio en la disponibilidad de recursos alimentarios para numerosas poblaciones que dependen de los graneros sometidos a la violencia del conflicto y, sobre todo, están en riesgo alimentario importantes poblaciones de los países más pobres, pues son preferentemente esos países los que se están viendo especialmente afectados por las múltiples crisis sanitarias, geopolíticas y climáticas”, lamentan los obispos de la subcomisón.

También los expertos, en su reciente Informe sobre Desarrollo Sostenible del año 2022, “confirman el camino para superar el delicado momento actual: paz, diplomacia y cooperación internacional son las condiciones necesarias para que el mundo progrese hacia la consecución de los objetivos de la Agenda 2030”, aseguran.

Tragedias humanitarias y su impacto
La guerra de Ucrania y otros conflictos militares “son tragedias humanitarias que tienen un gran impacto en la prosperidad y en las sociedades del mundo entero, especialmente en los pobres, y tienen la capacidad de ampliar las crisis climáticas y de biodiversidad”.

Por todo ello, recuerdan que la comunidad internacional, y también nuestro país, se comprometió en estos últimos años, a realizar una transición hacia el uso de energía no contaminante y lograr una agricultura sostenible, pues “sabemos que la tecnología basada en combustibles fósiles muy contaminantes -sobre todo el carbón, el petróleo y, en menor medida, el gas- necesita ser reemplazada progresivamente y sin demora”.

Afrontar los problemas ambientales “es inseparable del análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos, y de la relación de cada persona consigo misma, que genera un determinado modo de relacionarse con los demás y con el ambiente. Hay una interacción entre los ecosistemas y entre los diversos mundos de referencia social”.

Los más vulnerables
Y, en este caso, las diversas crisis retroalimentan procesos de empobrecimiento, especialmente en las personas más vulnerables y con menos recursos, como ya hemos visto en nuestro país: problemas para los transportistas, para los pequeños negocios, una alta inflación a la que se llama “el impuesto de los pobres”.

Tanto el papa Francisco, como la doctrina social de la Iglesia nos muestran la necesidad de vincular el cuidado de la Creación y el fortalecimiento de la fraternidad en cuestiones que son esenciales para la vida de las familias y su supervivencia en muchas ocasiones: “Para afrontar los problemas de fondo, que no pueden ser resueltos por acciones de países aislados, es indispensable un consenso mundial que lleve, por ejemplo, a programar una agricultura sostenible y diversificada, a desarrollar formas renovables y poco contaminantes de energía, a fomentar una mayor eficiencia energética”.

Que sea “nuestro compromiso como comunidad cristiana, en esta Jornada Mundial de Oración, alimentar una espiritualidad que consiste en ampliar lo que entendemos por paz, que es mucho más que la ausencia de guerra”, concluyen en su nota.+