Florencio Abajo Núñez, reelegido director general de los Operarios Diocesanos

La designación se produce en el marco de la XXIII Asamblea General de la Hermandad que se está celebrando en Madrid

El sacerdote español Florencio Abajo Núñez fue reelegido director general de la Hermandad de Sacerdotes Operarios para el sexenio 2022-2028. La confirmación en el cargo se produjo el sábado 17 de julio en el marco de la XXIII Asamblea General que la Hermandad está celebrando en Madrid.

Los 22 asambleístas que participan en el encuentro eligieron también al resto de miembros del Consejo General. José Miguel Martínez Herranz repite como administrador general; y Carlos Comendador Arquero, Ariel Zóttola y Luis Diego Casares son consejeros.

El padre Abajo nació en Jaca (Huesca) el 5 de abril de 1965. Estudió Teología en el Aspirantado Maestro Ávila se Salamanca y realizó su primera vinculación a la Hermandad el 27 de febrero de 1988. Fue ordenado sacerdote el 25 de marzo de 1990, y fue director general de la Hermandad en los últimos ocho años.

A lo largo de su ministerio tuvo los siguientes destinos: Aspirantado Menor Maestro Ávila, Seminario Menor de Toledo, Seminario Mayor de Zaragoza, La Casa de la Biblia y director general de la Hermandad (2014-2022).

La Asamblea General se celebra en El Plantío (Madrid) con el lema “Para nuestra más fácil santificación”. La Asamblea prevista inicialmente, para 2020, tuvo que ser suspendida en dos ocasiones a causa de la pandemia. 

Operarios: Una historia centenaria
Los Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, erigida por la Congregación del Clero como Asociación sacerdotal de derecho pontificio, está conformada por sacerdotes diocesanos que viven en equipo al servicio de todas las vocaciones, en especial de la vocación sacerdotal y la vida consagrada. Es prioritario también su compromiso con la Pastoral Juvenil y Vocacional allí donde están presentes, y viven una espiritualidad eucarística.

Los Sacerdotes Operarios están presentes en Alemania, Angola, Argentina, Brasil, Cuba, España, Estados Unidos, Italia, Perú, Portugal, República Democrática del Congo, Venezuela y Zambia.

Fue fundada el 29 de enero de 1883 en Desierto de Carmelitas Descalzas de Las Palmas, Castellón, España, por el beato Manuel Domingo y Sol, sacerdote diocesano de Tortosa, España, beatificado por san Juan Pablo II el 29 de marzo de 1987.

En 1995 el papa san Juan Pablo II beatificó también a nueve sacerdotes operarios mártires, encabezados por Pedro Ruiz de los Paños. En octubre de 2013, otros 15 beatos operarios mártires, encabezados por Joaquín Jovaní, fueron declarados beatos y mártires en Tarragona, España, por decreto del papa Francisco. Veinticinco beatos mártires del siglo XX. Todos formadores de seminarios diocesanos.

Operarios Diocesanos en la Argentina
En la Argentina, de 1933 a 1991 la Hermandad fue responsable de la formación sacerdotal en el Seminario arquidiocesano de Tucumán, que aglutinaba un buen número de diócesis del Noroeste Argentino (NOA).

Actualmente acompaña la formación sacerdotal en el Seminario diocesano de Jujuy; la subsecretaría de Pastoral vocacional de la Conferencia Episcopal Argentina; el Instituto de Pastoral Vocacional (IPV) en Buenos Aires; dos Centros de Orientación Vocacional (COV), uno en Capital Federal y otro en Córdoba, trabajando con adolescentes y jóvenes; la parroquia San Pío X, en el barrio porteño de Mataderos y el colegio parroquial del mismo nombre; la parroquia Nuestra Señora de Montserrat en la ciudad de San Miguel de Tucumán y el colegio parroquial que lleva su nombre y en el Seminario interdiocesano de la Patagonia.

Por último, el Seminario Manuel Domingo y Sol en Villa Devoto (Buenos Aires), donde funciona una casa sacerdotal en la que residen sacerdotes diocesanos de diversas diócesis de la Argentina, del Paraguay y del Uruguay que realizan estudios de licenciatura y doctorado en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Argentina Santa María de los Buenos Aires (UCA).

La Delegación del Cono Sur incluye el Seminario regional de Palmas, Tocantins, Brasil y el Seminario arquidiocesano de Huancayo en el Perú.+