Mons. Lozano: "Una Iglesia livianita de equipaje"

"Que lo que nos una sea el ansia plena y sincera de fraternidad y respeto universal", expresó el arzobispo de San Juan de Cuyo al hacer una síntesis de la reciente Asamblea Extraordinaria del Celam.

Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), definió como sucesos “muy hermosos y profundos” lo acontecido en la reciente Asamblea Extraordinaria que se desarrolló en la nueva sede del organismo continental en Bogotá, Colombia.

“Cuando las comunidades nos planteamos horizontes y no metas; cuando confiamos en los otros, y no segmentamos y descartamos según los historiales de vida; cuando damos el paso transgeneracional y no solo el pasito corto que calcula réditos muy playitos; cuando nos abrazamos al corazón del Padre y no solo a la fuerza de nuestros cuerpos; cuando todo esto sucede junto y en oración se pueden alcanzar los sueños”, aseguró.

El arzobispo sanjuanino definió al nuevo espacio institucional del Celam como “una casa que da vida a la Iglesia latinoamericana y caribeña, que cobija y comprende multiculturalmente a cada uno de sus hijos, que espera nuestra participación y compromiso porque nuestro tiempo es hoy”. 

“¡Qué gran alegría ser parte de esta porción de la historia!”, exclamó, y agregó: “Muchos antes que nosotros en esta gestión celamita pensaron, imaginaron, propusieron, se jugaron. El Señor sabe recompensar las audacias apostólicas y el coraje que empuja en la madrugada de las mociones de las almas comunitarias”.

En relación con la Asamblea Extraordinaria de Celam, monseñor Lozano destacó: “Valoramos la experiencia inédita del proceso de Asamblea Eclesial que nos conduce a un futuro sinodal y hemos reflexionado sobre el espíritu que impulsa la reforma de la curia romana”. 

“Nos reencontramos y reconocimos con hermanos de las conferencias episcopales de nuestro continente. Saludos emocionados, aprendizajes, tonadas y acentos diversos en los diálogos, proyectos en común con alcances que solo el bueno de Dios tiene reservado para cada uno de nosotros. Agradezco mucho que el camino esté enriquecido y abonado por el testimonio de tantos”, expresó.

El secretario general del Celam indicó las claves que orientarán el camino del Celam: “Vivimos tiempos nuevos que requieren de respuestas nuevas”, “es tiempo de ser una Iglesia en salida ‘liviana de equipaje’, “es tiempo de caminar juntos”, “es tiempo de ser una Iglesia martirial y profética siendo la voz de los excluidos” y “es un tiempo de ser una Iglesia que sirva a la cultura del encuentro”.

Por último, monseñor Lozano invitó a leer esa carta al Pueblo de Dios y concluyó diciendo: “Me quedo con una de las ideas que pudimos volcar aquí: ‘que en tiempos de guerra nuestra región sea un espacio de paz’. Que también nuestras vidas y trayectos en común con nuestros hermanos sean terrenos de paz. Que lo que nos una sea el ansia plena y sincera de fraternidad y respeto universal”.+