La diócesis de Santo Tomé tiene cinco nuevos diáconos permanentes
- 21 de junio, 2022
- Santo Tomé (Corrientes) (AICA)
Estas ordenaciones "harán más completo el misterio de Jesús presente en nuestra Iglesia diocesana y fortalecerán y enriquecerán en su dinamismo misionero", expresó el obispo diocesano.
El obispo de Santo Tomé, monseñor Gustavo Alejandro Montini, presidió el viernes 17 de junio la celebración eucarística en la catedral Inmaculada Concepción en la que ordenó diáconos permanentes a José Amarilla, de Paso delos Libres; Lucas Vilotta, Víctor Adolfo Almirón, Mártirez Borda, de Gdor. Ing. Valentín Virasoro; y Roque Avellaneda, de Colonia Liebig.
En la homilía, monseñor Montini recordó que los nuevos diáconos, “viviendo como laicos comprometidos en sus propios oficios, experimentaron un nuevo toque vocacional”. “Estos hermanos nuestros en su condición de esposos y padres, después de un prudente proceso de formación y discernimiento, descubrieron con claridad y conciencia el llamado al sacramento del Orden”.
Monseñor Montini se remitió a un pasaje del libro de los Hechos de los Apóstoles como “el antecedente bíblico de esta gracia, de esta nueva vocación, que el Espíritu Santo suscitó para enriquecer la misión de la Iglesia primitiva y la de todos los tiempos. El diaconado aparece como una inestimable ayuda al ministerio apostólico haciendo que este vuelva a centrarse en su tarea específica: ‘la oración y el ministerio de la Palabra”.
Seguidamente, manifestó que “es así como las vocaciones y lo propio de cada una, sin chocarse ni querer sobresalir una sobre otra, están llamadas a integrarse y complementarse por obra del Espíritu, con el único fin de reflejar y hacer presente en la historia, el misterio inefable de Dios y su misión salvadora”.
Por otra parte, monseñor Montini aseguró que “a ustedes, laicos consagrados y ministros ordenados de la diócesis de Santo Tomé, el Señor les encomienda continuar la misión que Él mismo recibió del Padre".
Además, señaló que para llevar adelante esta “apasionante misión, Dios no deja de sembrar en el campo de su Iglesia vocaciones diversas, que como un mosaico en la comunidad cristiana reunida, como en esta oportunidad, refleja de modo visible y real, el rostro y el corazón inagotable de Jesucristo. Es desde este horizonte misionero y vocacional, cómo debemos comprender el acontecimiento que estamos celebrando”.
Con el sacramento del Orden, continuó, “Dios los enriquece con una gracia particular que los ayudará y los robustecerá para que puedan efectuar de un modo nuevo, las tareas y servicios que ya están ofreciendo en el seno de sus propias familias, en sus tareas y ocupaciones y en la comunidad cristiana. Si bien harán cosas nuevas, seguirán haciendo lo de siempre, auxiliados por el Espíritu Santo que los fortalecerá con la gracia de los siete dones”.
Finalmente, monseñor Montini les recordó a los nuevos diáconos que ellos, “con sus vidas y ministerios, harán presente a Jesucristo diácono del Padre y servidor de la humanidad”.+