"La guerra es un engaño, la fraternidad construye la paz", dijo el Papa a la B'nai B'rith
- 30 de mayo, 2022
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Al recibir a una delegación de la organización judía, el pontífice hizo un llamamiento a recordar el pasado, las guerras, la Shoah y tantas otras atrocidades para evitar una escalada del mal.
El Papa se reunió este lunes 30 de mayo con una delegación de B'nai B'rith International, una organización judía fundada en Nueva York en 1843 con el objetivo de apoyar a los pobres y luchar contra el antisemitismo.
Mirando los conflictos que desgarran al mundo, los peligrosos extremismos que ponen en peligro la seguridad de todos, el papa Francisco recordó que “la violencia siempre tiene como compañeras la mentira y la indiferencia”.
En sus palabras dirigidas a la delegación judía el pontífice apeló a la memoria espiritual común judeo-cristiana y a la pregunta que Dios dirige a Caín, responsable de la muerte de su hermano Abel: "¿Dónde está tu hermano?". Una provocación también para nosotros porque "no se puede encontrar a sí mismo sin buscar al hermano, no se puede encontrar al Eterno sin abrazar al prójimo".
“No podemos sustituir –-dijo Francisco- el sueño divino, formado por un mundo de hermanos, por un mundo de hijos únicos, violentos e indiferentes. Ante la violencia, ante la indiferencia, las páginas sagradas nos devuelven al rostro del hermano, al "desafío del tú".
La forma más concreta de promover una mayor fraternidad es ayudar a los últimos, a los pobres, a los enfermos. De hecho, las personas necesitadas tienen derecho a la ayuda, a la solidaridad y a la esperanza. Ayudar a los necesitados, para judíos y cristianos, subrayó, “significa también poner en práctica la voluntad del Altísimo”.
“Pensando en tantos conflictos y extremismos peligrosos, que ponen en peligro la vida de todos -añadió el Papa- el mayor factor de riesgo lo representa la pobreza material, educativa y espiritual, que se convierte en terreno fértil para alimentar el odio, la ira, la frustración y el radicalismo”.
El pontífice indicó que “vivimos en una era en la que la paz está amenazada en muchas partes del mundo: las perspectivas particularistas y nacionalistas, impulsadas por intereses egoístas y codicia de ganancias, parecen querer imponerse cada vez más. Pero esto aumenta el riesgo de que, al final, solo se pierda y pisotee la dignidad humana”.
De ahí su llamamiento a recordar el pasado, las guerras, la Shoah y tantas otras atrocidades para evitar una escalada. En toda tradición religiosa o sociedad humana, observa Francisco, está latente el riesgo del resentimiento y de la discordia, incluso en nombre de principios absolutos y sagrados.
“Es la tentación mentirosa de la violencia, es el mal agazapado a la puerta del corazón. Es el engaño según el cual las disputas se resuelven con violencia y guerra. En cambio, la violencia siempre genera más violencia, las armas producen muerte y la guerra nunca es la solución sino un problema, una derrota”, observó el Santo Padre.
Juntos para proteger a los más frágiles y olvidados, a defender la dignidad humana, a buscar la paz, la justicia y la protección de la creación. Este es el llamamiento del Papa a la B’nai B’rith Internacional que con la Santa Sede –observó– “tiene una larga historia de contactos desde la publicación de la Declaración Conciliar Nostra aetate”.
Por último Francisco manifestó que está feliz de dar la bienvenida a una delegación judía de regreso al Vaticano después de dos años de pandemia. Al respecto, recordó a sus compañeros judíos de niño y comentó: “Siempre me ha interesado promover y profundizar el diálogo judeo-católico”.+