Los católicos ya son mayoría en los Estados Unidos

  • 4 de mayo, 2022
  • Washington (Estados Unidos) (AICA)
La inmigración latina, hace que hoy el catolicismo sea numéricamente la primera religión en los Estados Unidos, pues los protestantes están divididos en muchas denominaciones.

Al inicio de la constitución del Estado, en los Estados Unidos estaba prohibido ser católico. Hoy son, de lejos, la religión mayoritaria y más influyente del país por su número y unidad. ¿Cómo los católicos llegaron a ser la religión más grande en los Estados Unidos?

Este es el tema que el conocido escritor y periodista italiano Rino Camilleri publicó en la revista Il Timone, y que reseñó y difundió la agencia ReligiónEnLibertad.

Destaca Camilleri el fanatismo protestante de los primeros pobladores anglos de los Estados Unidos. Tan fanáticos que por ello fueron expulsados de su tierra británica. Su consigna era la total libertad religiosa, pero no para todos: estaban excluidos de esa libertad los papistas y los españoles. Papistas eran llamados los católicos.

Pero los católicos entraron por el sur, con las misiones franciscanas y toda la evangelización que venía con los conquistadores españoles. Era pues la lucha entre un dominio wasp (white, anglo-saxon, protestant), y la influencia católica en el sur, que aumentó cuando en la guerra de 1848 Estados Unidos se anexó parte de México. Incluso, al parecer los Estados Unidos no quisieron anexar más territorios para no introducir demasiados católicos en sus tierras.

En la guerra de secesión llegaron más católicos a tierras estadounidenses, especialmente los borbónicos derrotados, que entraban sobre todo a los rangos de la Confederación del sur. La Confederación fue derrotada, pero los católicos que fueron a luchar allá se quedaron, engrosando las filas de los ‘papistas’.

También estaba presente la inmigración católica irlandesa, que aunque despreciada, hacía su labor de expansión del catolicismo.

El resto, decisivo, lo fue haciendo la llamada inmigración latina, particularmente de mexicanos, que hoy hace que el catolicismo sea numéricamente la primera religión en los Estados Unidos, pues los protestantes están divididos en muchas denominaciones. También hay que añadir que en el siglo XIX se dio un flujo continuo de conversiones del protestantismo hacia el catolicismo.

La fuerza del ejemplo
“Personajes legendarios como Búffalo Bill, Toro Sentado, Kit Carson y Alce Negro se bautizaron como católicos. Esto fue debido también al ejemplo de la abnegación del clero católico con los más desafortunados, independientemente del color de la piel. En la Guerra Civil [de Secesión] las monjas católicas se dedicaron incansablemente a curar las heridas de ambas partes. Y a guerra acabada, el papa Pío IX envió su bendición con un rosario al presidente sudista Jefferson Davis, que estaba en la cárcel”, dice el autor italiano.

“Muchísimos nativos y otros tantos exesclavos negros pudieron estudiar y adquirir dignidad gracias a las instituciones que la Iglesia católica, a pesar de las grandes dificultades y los boicots, había creado en el país. Pensar también en la asistencia a los inmigrantes europeos, de los que Santa Francisca Cabrini es el símbolo.

Con la crisis de la papa de 1871 y las despiadadas políticas económicas de los ocupantes ingleses, un millón de irlandeses murieron de hambre y otro millón desembarcó en los Estados Unidos. Todos católicos. Después les llegó el turno a los contingentes italianos (en los años finales del siglo XIX y en los primeros del siglo XX más de cinco millones de italianos desembarcaron en la isla de Ellis huyendo del hambre en la que la Italia ‘piamontesa’ los había hundido)”.

Todo ello mientras no se detenía el mencionado proceso de conversiones individuales. Monstruos sagrados del entretenimiento como Bing Crosby (suya es la canción más vendida de siempre, White Christmas), John Wayne, Gary Cooper (una de sus hijas era monja), Jane Russell, Loretta Young, Dolores Hart («novia» cinematográfica de Elvis Presley, acabó siendo monja de clausura), así como Babe Ruth (el más grande jugador de todos los tiempos del deporte estadounidense por excelencia, el béisbol), el general Lewis Wallace (autor de Ben Hur) y se podrían llenar más páginas. De hecho, necesitamos otro artículo”, concluye Camilleri.+