Mons. Colombo alentó a abrazar la vida con ternura y misericordia

  • 28 de marzo, 2022
  • Mendoza (AICA)
"Imploramos la paz con sentimientos de dolor, urgidos por la dramática muerte de inocentes y la necesidad de proclamar el valor insuperable de la paz", rogó el arzobispo de Mendoza.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la misa de la solemnidad de la Anunciación en la parroquia Corazón de María, de la capital provincial, donde la comunidad mendocina se unió a toda la Iglesia que rezó por “el cese de la guerra entre Ucrania y Rusia, y consagra al corazón de María, Madre de la Paz, estas dos naciones cristianas”. 

“Imploramos la paz con sentimientos de dolor, urgidos por la dramática muerte de inocentes y la necesidad de proclamar el valor insuperable de la paz”, expresó en la homilía.

“En esta solemnidad de la Anunciación de la Virgen María, celebramos la Jornada de Oración por la Vida en la que queremos rezar por el cuidado de la vida humana desde la concepción en el seno materno hasta la muerte natural”, recordó.  

El arzobispo mendocino explicó que “no se trata de restringir a un único día del año esta especial intención de la Iglesia, sino de participar consciente y activamente como creyentes, de todos los debates que se libran en la sociedad en relación con la vida”.

“Porque en una cultura donde predomina el descarte de los más débiles y frágiles, no podemos permanecer ajenos al Evangelio de la Vida que nos indica que ésta es un don de Dios que debe ser respetado en toda circunstancia”, sostuvo.

Monseñor Colombo citó las palabras con las que el papa Francisco invitó a unirse a él en la solemne consagración de Ucrania y Rusia a la Virgen María, “ambos países sembrados de cristianismo viven hoy el drama de la guerra”. 

“Llamados a elegir la paz, nos ponemos ante la Cruz de Cristo, donde el Señor confía la Iglesia naciente a su Madre, en la seguridad de que con Ella siempre podemos contar. Si este mundo ha sido destrozado por la maldad humana, por la violencia desmedida y por las pésimas elecciones ideológicas de sus dirigentes, hay quien recibe esa vida humana como viene y está dispuesta a cuidarla y curar sus heridas”, concluyó.+