Solidaridad de los obispos argentinos con Ucrania ante "esta guerra cruel e injusta"
- 16 de marzo, 2022
- Buenos Aires (AICA)
La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina envió una carta a Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica de Ucrania.
En medio de la situación que se vive por estos días en Ucrania como consecuencia de la guerra, los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina, durante la Asamblea Permanente, se reunieron con el obispo de la Eparquía de Santa María del Patrocinio en Buenos Aires.
A raíz del encuentro, los prelados enviaron una carta a Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de Kyiv-Galitzia y primado de la Iglesia greco-católica ucraniana, en la que expresan “dolor y solidaridad fraterna” ante el drama que vive el pueblo ucraniano.
Los obispos aseguraron sus oraciones y se unieron de manera concreta a la campaña de ayuda ante la emergencia humanitaria que se vive en el país europeo debido a “la masacre de esta guerra cruel e injusta”.
Firman la carta, con fecha 16 de marzo de 2022, el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea; y el obispo auxiliar de La Plata y secretario general de la CEA, monseñor Alberto Bochatey OSA.
Texto de la carta
Beatitud Sviatoslav Shevchuk:
Los miembros de la Conferencia Episcopal Argentina reunidos en Asamblea Permanente quisimos invitar a Mons. Daniel Kozelinski Netto, obispo de la Eparquía de Santa María del Patrocinio en Buenos Aires, Argentina y visitador apostólico en Paraguay, Chile y Uruguay, para compartir su testimonio con nosotros.
Pudimos informarnos con atención, dolor y solidaridad fraterna, sobre el drama que está viviendo el pueblo de Ucrania. Queremos expresarle, Beatitud, nuestra cercanía fraterna, al tiempo que nos sumamos a las voces que exigen el fin de la guerra y la búsqueda de la paz.
Además de asegurarle nuestras oraciones, queremos unirnos de forma concreta, a la campaña de ayuda ante la emergencia humanitaria que viven en Ucrania, debido a la masacre de esta guerra cruel e injusta.
Unidos en la consagración al Corazón Inmaculado de la Virgen María, Madre de Dios, Señora de la Paz, lo saludamos Beatitud, con afecto fraterno y esperanza renovada en la clemencia y misericordia de Dios.+