Avanza la causa de Bernardita Sesso, "la madre de los sacerdotes"

  • 8 de febrero, 2022
  • Roma (Italia) (AICA)
La religiosa es conocida por sus sacrificios y servicios por los sacerdotes. Monseñor Olivera, en su viaje a Roma, entregó la documentación de la etapa de consulta de testimonios en San Miguel.

En su viaje a Roma, el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, en su calidad de delegado de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el lunes 7 de febrero entregó al Tribunal Ordinario de la diócesis de Roma una consulta de testimonios de la causa de canonización de la hermana Bernardita Sesso. 

La entrega se concretó tras el pedido a monseñor Olivera por parte de monseñor Damián Nannini, obispo de San Miguel, diócesis donde se tramitó y finalizó la instancia judicial de canonización de la hermana Bernardita de la Inmaculada Sesso.

Monseñor Olivera fue acompañado por sor Colomba Angelillis, en representación de la madre Gregoria Antonia Ortiz, del Instituto Hermanas Pobres Bonaerenses de San José. 

En la sede del Tribunal Ordinario, fueron recibidos por el delegado episcopal, monseñor Francesco María Tasciotti, junto con el doctor Marcello Terramani.

Con respecto a la vida de la religiosa, monseñor Olivera expresó: “La hermana Bernardita, italiana, vivió mucho tiempo en la Argentina. Pertenece a la congregación de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José, en San Miguel, provincia de Buenos Aires, donde mantuvo una gran amistad con el entonces maestro de novicios jesuitas Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco”.

Además, el obispo explicó que la documentación entregada al tribunal, que evidencia los testimonios verificados en la instancia judicial de San Miguel, “es muy importante para que la causa siga el proceso diocesano aquí en Roma y después pueda pasar para que sea estudiado en la fase del Vaticano”, concluyó monseñor Olivera.

Bernardita Sesso: “Madre de los sacerdotes”

La Sierva de Dios, nació en Montella (Italia) el 15 de octubre de 1918. Deseosa de consagrarse totalmente al Señor, en 1935 comenzó el período de postulante en Roma.

El 19 de marzo de 1938, en la capilla de San Giuseppe en Roma, hizo sus primeros votos religiosos en la Congregación de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José. Fue para todas las hermanas un ejemplo de humildad, piedad, laboriosidad, bondad y abandono a la Divina Providencia. Ha servido en varias comunidades, incluyendo Buenos Aires y Virginia (Estados Unidos).

La mayor parte de su vida consagrada la vivió silenciosa y humildemente, desde el oficio de cocinera, en los distintos seminarios. Desde ese humilde y oculto lugar, ofreció su vida, hecha trabajo, ofrenda y oración. Tuvo un amor especial por los sacerdotes desde niña, rezaba y se sacrificaba de forma extraordinaria por ellos y por los seminaristas. Por tal motivo, se la conoce también como “madre de los sacerdotes”. +