La crisis de Ucrania afecta al mundo entero, alertó el arzobispo Shevchuk
- 5 de febrero, 2022
- Kiev (Ucrania) (AICA)
Nuevo llamamiento del arzobispo mayor de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana a la comunidad internacional: "Todos podemos decir no a la guerra".
“La guerra es la peor respuesta a los problemas. Nuestra esperanza hoy es que, con las oraciones y el apoyo de la comunidad internacional, todos podamos decir no a la guerra”, fue el llamamiento dado esta mañana por su beatitud Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, al hablar en la rueda de prensa online de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) sobre la crisis ucraniana y la actividad de la Iglesia católica para hacer frente a las tensiones actuales.
“Estamos presenciando con nuestros propios ojos una verdadera idolatría de la violencia que se levanta en el mundo. Nosotros, como cristianos, debemos decir en voz alta, no a la acción militar como solución a los problemas. Solo el diálogo, la cooperación, la solidaridad pueden ayudarnos a superar todo tipo de dificultades y crisis”, expresó el arzobispo mayor.
“Sentimos que hemos llegado al punto máximo de una peligrosa escalada militar y agresión contra Ucrania”, dijo y añadió: “Es cierto que nuestro país fue atacado por Rusia durante 8 años, pero la escalada que estamos presenciando hoy no es una simple continuación de la guerra en Donbass o una consecuencia de la anexión de Crimea. Estamos siendo testigos de una escalada del conflicto entre Rusia y el mundo occidental, especialmente los Estados Unidos”.
“En este conflicto, Ucrania es solo una parte del panorama de la crisis mundial. Por supuesto, tenemos miedo. Por nuestra posición histórica y geográfica, somos el país más expuesto. Estamos en primera línea. Pero la crisis de Ucrania no es solo un problema para los ucranianos. Tiene consecuencias para el mundo entero, para la Unión Europea, los Estados Unidos y los países miembros de la OTAN”.
Si el camino de la guerra no es una solución a la crisis actual, su beatitud Shevchuk propuso, desde un punto de vista "religioso" y no político, tres respuestas a la situación.
El primero es la oración; el segundo es "solidaridad especialmente con los necesitados", en particular con la población, a menudo anciana y pobre, en la frontera oriental del Donbass.
“La tercera respuesta nos pide que seamos, como cristianos, predicadores de la esperanza”, dijo el arzobispo mayor. “Creemos que Dios está con nosotros. Debemos tener esta luz y ser heraldos de buenas noticias para las personas que tienen miedo, desorientación, hambre y frío”.+