Mons. Araya llamó a imitar a Brochero para ser una Iglesia "libre de halagos y miedos"

  • 27 de enero, 2022
  • Villa Cura Brochero (Córdoba) (AICA)
Una gran fiesta, con 3.700 asistentes, vivió la diócesis de Cruz del Eje al conmemorar el 26 de enero al Santo Cura Brochero, en un nuevo aniversario de su pascua.

Con una misa presidida por el obispo de Cruz del Eje, monseñor Ricardo Araya, y un musical dedicado al Santo Cura Brochero, la diócesis conmemoró un nuevo aniversario del fallecimiento del “Cura Gaucho”.

La Eucaristía tuvo lugar en el atrio del Santuario de Nuestra Señora del Tránsito y Santo Cura Brochero, y estuvo concelebrada por el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, el obispo emérito del Alto Valle de Río Negro, monseñor Marcelo Cuenca Revuelta, y más de 50 sacerdotes provenientes de distintas diócesis del país, entre ellas las arquidiócesis de Bahía Blanca, Córdoba, Mercedes-Luján, Santa Fe de la Vera Cruz, y las diócesis de Villa María, Villa de la Concepción del Río Cuarto, Morón, San Isidro, Azul, Rafaela, Gualeguaychú, y de la comunidad Orionita.

En su homilía, monseñor Araya destacó que Brochero “indicó con su vida que es preciso entrar en el Evangelio”, y recordó: “¿Hacía falta un camino? Brochero iba. ¿Hacía falta una escuela? Brochero iba. Iba con su mula, golpeando puertas, dando el ejemplo. No buscaba que le devuelvan, no buscaba escalar en el poder, no buscaba dinero para él, no andaba persiguiendo fama. Buscaba el bien de su pueblo ¿Y quién le iba a negar ayuda?”.

“Iba con el Evangelio, encarnando el Evangelio en la cultura criolla serrana de una periferia de Córdoba, olvidada e incomunicada”, valoró. 

“Va con el Evangelio, lo lee, hace silencio y lo medita y habla del Evangelio. Se deja iluminar con el Evangelio e ilumina la vida de otros. Va con el Evangelio, simbolizado en el crucifijo que lleva en el pecho y que toma en mano y lo muestra en los momentos más desafiantes del camino”, agregó.

“El Evangelio es Jesús que salva, que perdona, que alienta, que da vida, que llama, que invita, que envía, que se acerca, que abraza, que señala el camino, que va en busca de todos y sobre todo del más pecador, del más pobre y del más sufrido”, afirmó el obispo. “Y el Evangelio lo libra de andar buscando que halaguen su vanidad, que lo aplaudan y lo condicionen”. 

Monseñor Araya destacó la fortaleza de Brochero, sostenida por la providencia de Dios, por la Virgen y San José. “Se percibía en la vida como un soldado en medio del combate. Sabía discernir y seguir la bandera de Cristo y apartarse de la bandera del diablo”, expresó, según expresión de San Ignacio de Loyola.

 “Venció en el combate porque no se dejó seducir por los halagos, ni  atemorizar por las dificultades”, sostuvo, porque “sólo le interesaba la mayor gloria de Dios”, a decir de un testigo cercano.

Finalmente, el obispo pidió, a imagen de Brochero, “llegar a ser Iglesia libre de los halagos y los miedos. Que no seamos Iglesia vanidosa, ni temerosa; que con la libertad de los hijos de Dios hagamos el camino de una vida más fraterna. Iglesia que no se deja seducir por los halagos, ni paralizar por las críticas, vengan de donde vengan”.

Y dirigiéndose tanto a sacerdotes, como a obispos y a todos los bautizados, llamó a ser “libres del halago y libres de temores”, a ser “Iglesia que libre de los aplausos y los ‘me gusta’, rece y trabaje por una sociedad fraterna, recibiendo las diferencias con la alegría de ser hermanos, con el gusto espiritual de ser pueblo”.

A los festejos asistieron 3.700 personas, entre ellas los intendentes de Mina Clavero, Villa Cura Brochero y jefes comunales de pueblos vecinos. Quienes no pudieron asistir, tuvieron la posibilidad de seguir la transmisión por Facebook y YouTube de Canal Brochero.

Luego de la misa, se desarrolló en la plaza un musical dedicado a Brochero, obra que se presenta todos los miércoles en el parque temático, de manera gratuita, con la coordinación del parque y la agencia Córdoba Turismo.+