Monasterio sirio destruido por los yihadistas, podrá renacer
- 7 de enero, 2022
- Homs (Siria) (AICA)
Mar Elian pronto podría volver a ser un lugar de oración y paz para los cristianos en Siria y también para sus vecinos musulmanes, anunció el padre Jacques Mourad, monje de la comunidad.
El antiguo monasterio de Mar Elian, ubicado a las afueras de la ciudad siria de Quaryatayn y que en 2016 fue destruido y profanado por terroristas yihadistas, pronto podría volver a ser un lugar de oración y paz para los cristianos sirios y también para sus vecinos musulmanes.
Así lo anunció con gran alegría en estos días de Navidad el padre Jacques Mourad, monje de la comunidad de Deir Mar Musa que fue secuestrado en Mar Elian el 21 de mayo de 2015 por un comando del autodenominado Estado Islámico.
Fue su rehén durante meses, primero en aislamiento y luego junto a más de 150 cristianos de Qaryatayn, también tomados secuestrados en los territorios ocupados por los terroristas del califato.
En un mensaje recogido por la Agencia Fides, el padre Jacques explica que la reconstrucción de Mar Elian será posible gracias a un acuerdo entre la archieparquía sirio-católica de Homs, Hama y Nabk y la comunidad monástica de Deir Mar Musa, fundada por el padre Paolo Dall’Oglio, el jesuita romano cuyas huellas se perdieron el 29 de julio de 2013 mientras se encontraba en Raqqa, en ese momento la capital siria de Daesh.
Discernir la voluntad de Dios
En su mensaje, el padre Mourad pide a todos que recen para que en este momento los feligreses de Qaryatayn puedan discernir “la voluntad de Dios para el futuro de esta importante zona geográfica de Siria, nuestro país”.
El plan para renacimiento de Mar Elian, ideado por el monje de Deir Mar Musa, contempla inicialmente la replantación de viñedos y olivares en los terrenos alrededor del monasterio, junto con la reconstrucción de los muros circundantes y las puertas de acceso.
Después es necesario incentivar el regreso a Qaryatayn de los cristianos que allí vivieron y que se vieron obligados a huir durante la guerra, mediante la reconstrucción de sus hogares y la mejora de cultivos y de las actividades que propiciaban su independencia económica antes del conflicto.
Si esta primera fase avanza, se procederá a la reconstrucción del monasterio y de la iglesia parroquial y se retomarán también los trabajos de recuperación arqueológica alrededor del sepulcro del Santo, “que no serán fáciles tras la destrucción padecida”.
La noticia del proyecto de reactivación del monasterio de Qaryatayn la comparte el padre Jacques confiando en que despertará alegría y consuelo dado el vínculo espiritual entre ese monasterio y la vocación de la comunidad monástica de Deir Mar Musa.
Actualmente, unos 10.000 musulmanes viven en la zona de Qaryatayn, mientras que los cristianos solo son 26. Experiencias similares, como las de aquellos cristianos que han regresado a las aldeas iraquíes de la llanura de Nínive, animan a “seguir sus pasos” y no rendirse a los procesos que están extinguiendo la presencia de las comunidades cristianas originales en los países de Medio Oriente.
En los años anteriores al conflicto, el antiguo santuario de Mar Elian, que data del siglo V, vivía en estrecha relación con la comunidad monástica de Deir Mar Musa y había experimentado una época de florecimiento gozando de la simpatía de la población musulmana predominante bajo la dirección del padre Jacques Mourad, que entonces ejercía allí el cargo de prior.
En febrero de 2015, el padre Jacques fue secuestrado por los yihadistas, quienes tomaron el control de toda la zona en agosto siguiente. Desde los primeros días de la ocupación yihadista, la tumba de Mar Elian fue brutalmente profanada para borrar lo que representaba el corazón del complejo monástico.
Pero las reliquias de Mar Elian no se perdieron. Los huesos del santo fueron encontrados, recogidos y trasladados a Homs en abril de 2016, tras el fin de la ocupación yihadista.
Ya entonces, el padre Jacques Mourad confió a la Agencia Fides cuál era su esperanza: “Sabemos que el antiguo santuario fue arrasado, que el sitio arqueológico fue devastado y que la nueva iglesia y el monasterio fueron incendiados y parcialmente bombardeados. Cuando, en el futuro, volvamos a trabajar en Mar Elian, también volveremos a poner las reliquias del Santo en su lugar. La vida de la gracia volverá a florecer en torno a la memoria de los santos. Y será un gran signo de bendición para toda nuestra Iglesia”.+