La violencia contra la mujer "un problema casi satánico", lamentó el Papa
- 20 de diciembre, 2021
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco dialogó en la televisión italiana con cuatro "invisibles" de la sociedad: una sintecho, una mujer que vivió la violencia familiar, un expresidiario y un joven desanimada.
El papa Francisco participó en un programa de televisión de la red italiana Mediaset en el que dialogó con personas “invisibles” de la sociedad con las que afrontó cuestiones como la violencia, la pobreza, las consecuencias de la pandemia o la vida en las cárceles.
Los interlocutores del pontífice fueron Giovanna, una madre que perdió su trabajo y que sufrió maltrato en el hogar; Maria, una sintecho desde hace años; Maristella, una scout de 18 años a la que la pandemia le quitó las ganas de alegrarse; Pierdonato, un expresidiario que cumplió 25 años de cárcel, con el vaticanista Fabio Marchese Ragona.
El programa fue transmitido por la televisión italiana Mediaset el 19 de diciembre de 2021.
Durante los intercambios entre el pontífice y sus invitados, la madre de la familia relató haber perdido su trabajo y su casa para protegerse a ella y a sus hijos de la violencia de su marido.
Volviéndose hacia el Papa, le preguntó cómo podría recuperar su dignidad después de esto. «Es humillante, muy humillante», admitió Francisco, asegurándole que ella mantiene intacta toda su dignidad.
“El número de mujeres que son golpeadas, maltratadas en casa, incluso por sus maridos, es tan importante. El problema para mí es casi satánico”, lamentó el pontífice.
El pontífice le dio como ejemplo la famosa escultura de la Virgen María en la Piedad de Rafael. María, subraya, está al pie de la Cruz, “totalmente humillada”, con los restos de su hijo en brazos.
“Pero ella no perdió su dignidad”, insistió el Papa, instando a las mujeres que sufren y se sienten humilladas a contemplar esta “imagen de coraje maternal”.
“Es humillante cuando un padre o una madre abofetean a un niño en la cara”, dijo también el papa Francisco. “Nunca abofeteen a un niño”, instó, «porque la dignidad está en el rostro”.
Francisco le recordó que “la crueldad” es “la bofetada más dura de la sociedad”. Para el pontífice, “estamos entrando en una cultura de la indiferencia en la que intentamos alejarnos de los problemas reales, del dolor de la falta de vivienda, de la falta de trabajo. Por el contrario, con esta pandemia los problemas aumentaron porque se llamó a la puerta de los que ofrecen dinero en préstamo: los usureros. Un pobre, una persona necesitada, cae en manos de los usureros y lo pierde todo, porque no perdonan. Es crueldad sobre crueldad, lo digo para llamar la atención de la gente y que no sea ingenua; la usura no es una salida al problema, la usura te trae nuevos problemas”.
Las lecciones de la pandemia
Con el expresidiario, Francisco habló de que “la esperanza nunca decepciona. Está Dios, no volando por ahí, sino Dios junto a vos, porque el estilo de Dios es la cercanía, la compasión y la ternura. Dios está con cada uno de los prisioneros, con cualquier persona que pase por dificultades. No lo decís, pero sabés en tu corazón que estás perdonado y que tenés esa esperanza que no defrauda. Por eso puedo decirte una cosa: Dios siempre perdona, Dios siempre perdona. Nuestra fuerza reside en la esperanza de este Dios cercano, compasivo y tierno como una madre”.
Ya en la despedida el pontífice verbalizó sus deseos para la Navidad: “Celebren, coman de todo, pero háganlo con Jesús, es decir, con paz en el corazón. Y a todos los que me escuchan, les deseo una feliz Navidad. Hagan fiesta, regalos, pero no se olviden de Jesús. La Navidad es Jesús que viene, Jesús que viene a tocar tu corazón, Jesús que viene a tocar tu familia, que viene a ti, a tu casa, a tu corazón, a tu vida”.+