Mensaje de Navidad del patriarca de Jerusalén: "Los esperamos"
- 14 de diciembre, 2021
- Jerusalén (Tierra Santa) (AICA)
"Sabemos que ahora todavía no es posible, pero dentro de poco el camino se abrirá de nuevo", dijo Mons. Pizzaballa en su mensaje a los fieles de Tierra Santa.
El patriarca latino de Jerusalén, monseñor Pierbattista Pizzaballa, envió un mensaje de Navidad a los fieles católicos que viven en Tierra Santa.
“Desde Jerusalén y desde Belén vamos a celebrar la fiesta de Navidad, y quiero enviar a todos ustedes, a sus hijos, a sus familias, a sus comunidades, los mejores deseos para la Navidad y un feliz año nuevo. Espero que puedan disfrutar de este período de fiestas y del nacimiento de Jesucristo”.
El cierre fronterizo de Israel por la pandemia supone otro golpe para una ciudad dedicada al turismo, donde muchos palestinos siguen sin trabajo.
“Los esperamos. Sabemos que todavía no es posible pero que dentro de poco el camino se abrirá de nuevo”, dijo el patriarca, recordando las restricciones impuestas por las autoridades israelíes para contener la propagación de la pandemia del coronavirus.
Monseñor Pizzaballa aseguró que desde el patriarcado se está “preparando todo” para asegurar la “mejor experiencia de Tierra Santa”.
Desde el 1 de noviembre, los turistas que desean viajar a Israel no necesitan autorización especial pero sí estar vacunados o haber pasado el coronavirus en el último medio año y poder demostrarlo.
El auge de la variante ómicron en Tierra Santa
Cunde el pesimismo en Tierra Santa que prevé unas segundas navidades sin apenas actividad turística como consecuencia de los aumentos de contagios por covid-19 y el auge de la variante ómicron.
En el caso de Belén, apenas se esperan peregrinos estas semanas. El cierre fronterizo de Israel por la pandemia supone otro golpe para una ciudad dedicada al turismo, donde muchos palestinos siguen sin trabajo.
En noviembre, cuando Israel reabrió sus fronteras a extranjeros con visado de turista tras una larga clausura desde marzo de 2020, Belén pensó que había superado lo peor, que empezaba a dar vuelta la página y a regresar progresivamente a la normalidad turística.
Los primeros grupos de peregrinos regresaron y hubo una ligera mejora económica en la ciudad, pero el optimismo duró poco: a finales de mes, Israel cerró otra vez las fronteras por la variante ómicron, y en pocos días Belén volvió a quedar vacía de turistas.
Antes del virus, especialmente en la temporada navideña o Semana Santa, la zona solía estar abarrotada de visitantes que hacían largas colas para entrar al templo o recorrían las calles estrechas del casco viejo para comprar souvenirs, objetos de iconografía cristiana o figuras religiosas de madera de olivo talladas a mano.
Sin embargo, ante la falta de turistas, la mayoría de comercios que antes estaban abiertos de sol a sol permanecen cerrados, y las puertas metálicas verdosas de los locales comerciales clausurados son la tónica imperante en un paisaje donde solo se ve caminar a los miembros de la población local.+