Mons. Lozano: "Tiempo de escuchar clamores y suspiros"

  • 8 de diciembre, 2021
  • San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan llamó a no distraerse para escuchar las distintas formas que tiene Jesús para "entrar en comunión" con cada uno de los cristianos y dejarse iluminar y guiar por su Palabra.

El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, recordó que “el domingo pasado hemos comenzado el tiempo de Adviento que orienta a mirar a Belén y a la Ciudad celestial” y agregó: “El pasado en el cual creemos (Belén) y el futuro que aguardamos expectantes (la Ciudad celestial)”.

“Estamos iniciando el camino a la celebración navideña. El que vino pobre y frágil en el pesebre volverá para el juicio final de la historia. Entre estos momentos se despliega el tiempo presente que nos llama a abrir el corazón a esta otra venida que se produce cada día”.

“Jesús nos habla de distintas maneras, quiere entrar en comunión conmigo, con vos. A veces su voz es un clamor como un trueno que nos conmueve y desinstala; otras, como un aire casi imperceptible que apenas agita una hoja. Es muy importante prestar atención; no te distraigas”.

El arzobispo sanjuanino afirmó que “es fundamental escuchar a Dios en su Palabra, con un corazón que se quiere dejar iluminar y guiar” y “ser coherentes es no transar en que nos entre por un oído y se nos vaya por el otro”.

“De algunas situaciones de injusticia decimos que ‘claman al cielo’, una expresión de raíz bíblica. En el libro del Éxodo dice Dios: ‘he escuchado el clamor de mi pueblo’. Ante el primer asesinato se relata que la sangre de Abel clama a Dios desde la tierra”.

“Y en la parábola de la viuda y el juez inicuo, concluye Jesús: ‘Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche?’”.

Monseñor Lozano señaló que varias veces se refirió a la expresión del Papa que interpela a los católicos a “escuchar el clamor de los pobres y el gemido de la tierra”.

“La Virgen María se dejó llenar por el Espíritu Santo. Este próximo miércoles 8 de diciembre celebraremos su Inmaculada Concepción y su total disponibilidad a la voluntad de Dios. La respuesta al anuncio del Ángel Gabriel fue: ‘yo soy la servidora del Señor, hágase en mí según tu Palabra’. Una actitud de disponibilidad permanente toda su vida”.+