Mons. Ojea: "La Iglesia tiene que dirigir su mirada al clamor y al grito de los pobres"

  • 24 de octubre, 2021
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Isidro afirmó que la Iglesia tiene que ser fiel a su Evangelio y "acompañar al papa Francisco en esta respuesta al clamor de los que claman por tierra, techo y trabajo".

El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, distinguió las tres actitudes que se presentan en el Evangelio de san Marcos, en el que Jesús aparece rodeado de una gran multitud saliendo de la ciudad de Jericó. 

“En primer lugar, la actitud de la multitud y tal vez de alguno de sus discípulos. Había un ciego al costado del camino que gritaba y ellos querían hacerlo callar porque molestaba; de alguna manera no existía. Este ciego pertenecía al paisaje habitual de la región y sin embargo parte de la multitud lo hace invisible, es como si no existiera, no podía gritar, era importante lo que decían ellos, lo que ellos le demandaban a Jesús, no lo que gritaba el ciego”.

“En segundo lugar, la actitud del ciego; pensemos en el drama de la ceguera. No estar cerca ni de los colores ni de las formas y al mismo tiempo tener los ojos apagados hasta para ver la luminosidad de los ojos queridos; y el hecho de ser pobre, de estar al margen del camino y necesitado de pedir limosna, entonces sabe que va a pasar Jesús y le grita, clama a él con el título mesiánico: ‘Jesús hijo de David ten compasión de mí’”.

El obispo sanisidrense explicó que el ciego “esperaba en Jesús” e indicó que, por otro lado se ve la actitud de Jesús: “Él es el que escucha atravesando ese bosque de ruidos de palabras y de inconvenientes que querían hacer callar al ciego; él se detiene y lo hace llamar y el ciego tirando el manto, que era lo que tenía para recostarse, se acerca a Jesús y Jesús con una delicadeza extraordinaria cuando uno espera que haga el milagro le dice: ‘qué quieres que haga por ti’. Le va a devolver su dignidad, lo hace para participar: ‘¿qué es lo que vos querés?’; no le impone nada, no lo atropella. Le dice: ‘Señor que vea’ y finalmente lo incluye en el camino al ver a ese ciego que estaba al borde, al margen del camino pobre, marginado y ciego, va a aparecer siguiendo Jesús… participando”.

El presidente del episcopado consideró que “la Iglesia de este tiempo tiene que mirar hacia dónde mira Jesús y tiene que hacer visible lo invisible”.

“Al ir, aparentemente, terminando esta pandemia o siguiendo de otra manera, el Santo Padre ha tenido una reunión con los movimientos populares y allí han hecho una extraordinaria interpelación a los países poderosos, a los laboratorios, a los grupos financieros, a los medios de comunicación; en el fondo para detenerse ante la realidad de los que han sido más castigados por esta pandemia”.

“La Iglesia mucho más allá de las manipulaciones ideológicas que tantas veces utilizan a los pobres para hacerlos invisibles, mucho más allá de todo esto, la Iglesia tiene que dirigir su mirada al clamor y al grito de los pobres porque allí está la mirada de Jesús; simplemente la Iglesia tiene que ser fiel a su Evangelio por eso tiene que acompañar al papa Francisco en esta respuesta al clamor de los que claman por tierra, techo y trabajo”, sostuvo.

Monseñor Ojea terminó expresando: “Que el Señor nos conceda aprender a mirar; sacar todos los obstáculos que hagan invisible lo que debe ser visible, la realidad más inmediata y que nos dé luz para trabajar al servicio de los más pobres de esta tierra”.+