Mons. Ojea: "Jesús se presenta más allá de todas las decepciones"
- 22 de agosto, 2021
- San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
"Es la carne que da la vida al mundo, el sentido de nuestra vida, la persona con quien vamos a encontrarnos y a quien vamos a amar para siempre", recordó el obispo de San Isidro.
El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea, reflexionó sobre el final del capítulo sexto del Evangelio de Juan, en el que la gente y los apóstoles entran en crisis acerca de la fe en Jesús.
“En primer lugar, Jesús se había negado a hacer nuevamente la multiplicación de los panes, de alguna manera les estaba diciendo a los discípulos que Él no vive del éxito ni para el éxito. En segundo lugar, les está diciendo: ‘el pan que yo les voy a dar es mi carne para la vida del mundo”, explicó.
“Esto supone que la fe en Jesús no es la fe en una idea, ni es la fe en un cuerpo de doctrina, ni es la fe en una moral: aquello a lo que de alguna manera los judíos estaban acostumbrados a escuchar como propuesta. Es la fe en una persona, es tomarse de una persona; ‘mi carne, la carne de Jesús que ha venido a ofrecerse, a morir, a entregarse’”, subrayó.
El prelado sanisidrense se preguntó: “¿qué clase de Dios es éste? ¿qué clase de Dios es éste que quiere dejarse comer por el hombre, que quiere ofrecerse en sacrificio por el hombre, que quiere amar de verdad a cada corazón humano”.
“Entonces ahí el Señor se apega a la libertad: ‘¿también ustedes quieren irse?’ les va a decir. Les había dicho el éxito no, la idea no, el cuerpo de doctrina sólo no, la moral tampoco no, mi persona, mi carne”, puntualizó.
“Nuestra vida es para un quien, nuestra vida es para una persona; así como vivimos muchas veces para personas que amamos: ‘vivo para una mujer, vivo para mi marido, vivo para mis hijos’ y esto es tan humano y tan profundo, vivimos para quien queremos”, destacó.
“También es verdad que muchas veces sufrimos y vivimos la decepción. Idealizamos a las personas y muchas veces caemos desde muy alto y nos damos cuenta que aquella persona no merece la confianza que nosotros habíamos puesto en ella en un primer momento”, agregó.
Por último, monseñor Ojea expresó: “Jesús se presenta más allá de todas las decepciones, la carne que da la vida al mundo, el sentido de nuestra vida, la persona con quien vamos a encontrarnos y a quien vamos a amar para siempre”.+