Mons. Nannini: "Tejer una alianza entre jóvenes y mayores donde cada uno ponga lo suyo"
- 30 de julio, 2021
- San Miguel (Buenos Aires) (AICA)
"El adulto tiene la sabiduría de la vida, y saben qué es realmente lo bueno y lo mejor porque lo vivieron, y los jóvenes tienen la fortaleza, la potencia y las ganas", destacó el obispo de San Miguel.
El obispo de San Miguel, monseñor Damián Nannini, explicó que la fe es un camino que lleva hacia Dios, por lo que aconsejó ir “pasito a pasito”.
“La fe supone interpretar correctamente el signo y no quedarse ahí, ir más allá del signo”, recordó en su reflexión semanal.
A partir de esto, el prelado compartió una anécdota: “Una de las cosas que más me acordaba es de que cuando tenía 15 años, fui de excursión y me perdí del grupo. Ahí empecé a rezar un padrenuestro, y antes de terminado de rezar aparecieron los miembros del grupo. Puedo esto interpretarlo como una casualidad, pero no”.
“El Señor me escuchó, me tiró la mano. Interpreté esto como un signo, una acción de Dios en mi vida. Así es realmente cómo se mantiene la fe”.
Monseñor Nannini consideró que el pasado domingo fue “un día para hacer memoria y preguntarse en qué momento sentí que la acción de Dios fue sobreabundante para mí”.
“No quedarse en el hecho del signo solamente, sino ir más allá. El cristiano creyente no sale de la realidad, sino que miramos la realidad con un sentido más amplio”.
En relación con la Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores, celebrada el pasado domingo 25 de julio, el obispo reflexionó sobre el difícil momento que viven los ancianos durante la pandemia: “Ya de por sí hay una tendencia a descartar a los abuelos, y encima no son ‘esenciales’, entonces lo dejamos a un costado”, lamentó.
Por último, monseñor Nannini subrayó la importancia de tejer una alianza entre jóvenes y personas mayores: “El adulto tiene la sabiduría de la vida, y saben qué es realmente lo bueno y lo mejor porque lo han vivido, y los jóvenes tienen la fortaleza, la potencia y las ganas. Recemos e intentemos esta alianza entre los adultos y los jóvenes”.
“Cada uno hace lo suyo, y el Señor hace el resto. Lo poco que tengamos ofrezcámoslo, como dice el Evangelio de hoy: Cinco panes y dos peces”, concluyó.+