Informe Moneyval reconoce las medidas adoptadas por la Santa Sede

  • 9 de junio, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En un comunicado, las autoridades vaticanas aseguran su compromiso de continuar el camino del pleno cumplimiento de los mejores parámetros internacionales

La Oficina de Prensa de la Santa Sede comunicó que la Santa Sede recibe con agrado el Informe Moneyval publicado hoy y el estímulo para continuar el camino emprendido. 

Por primera vez, Moneyval se expresa sobre la eficacia de la lucha contra el blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo llevada a cabo por la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano. 

Con el reconocimiento de la eficacia de las medidas adoptadas por todos los organismos interesados en la lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo, las autoridades de la Santa Sede aseguran su compromiso de continuar por el camino del pleno cumplimiento de los mejores parámetros internacionales y, para ello, evaluarán cuidadosamente las recomendaciones contenidas en el Informe.

Barbagallo: “Un estímulo para hacerlo aún mejor”
La evaluación que se desprende del informe que acaba de publicarse es positiva: la jurisdicción vaticana ha obtenido, en efecto, cinco juicios de eficacia “sustancial” y seis de eficacia “moderada”. 

El informe de “evaluación recíproca” de Moneyval es un documento de más de 200 páginas que certifica periódicamente el cumplimiento de los principales estándares internacionales en materia de lucha contra el blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo. 

“Desde que la jurisdicción vaticana adhirió a Moneyval, explicó a Vatican News el presidente de la ASIF (Autoridad de Supervisión e Información Financiera), Carmelo Barbagallo, que encabezó la delegación del Vaticano durante este proceso, esta es la primera evaluación de la eficacia”.

Se trata de un caso de prueba especialmente significativo y resultó muy bien. En cada punto de evaluación de la eficacia, Moneyval expresa un juicio, dividido en cuatro niveles: eficacia ‘baja’, ‘moderada’, ‘sustancial’ o ‘alta’. 

La jurisdicción del Vaticano recibió cinco calificaciones de eficacia ‘sustancial’ y seis de eficacia ‘moderada’; en ningún caso hubo una calificación de eficacia baja”.

Para entender la importancia de la evaluación, Barbagallo recuerda que en general, “salvo una excepción, Moneyval no ha expresado hasta ahora juicios de eficacia ‘alta’ y que los de eficacia ‘sustancial’ son escasos. 

Hay que considerar, además, que las sentencias de eficacia ‘sustancial’ fueron obtenidas por la jurisdicción vaticana en aspectos muy relevantes, a saber, sobre cooperación internacional, sobre supervisión, sobre el sistema financiero, sobre las personas jurídicas y sobre la lucha contra el financiamiento del terrorismo. 

Entre los muchos factores que condujeron a este resultado positivo, me gustaría mencionar la incisiva acción de estímulo y coordinación llevada a cabo por el Comité de Seguridad Financiera, presidido por el Asesor para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado”.

Entre los aspectos en los que todavía hay que trabajar, Moneyval señala el de la justicia, en particular la velocidad de los procesos y el efecto disuasivo de las sentencias en el Vaticano. 

“El juicio expresado sobre este aspecto -explicó Barbagallo- es de eficacia ‘moderada’, lo que significa que son necesarias algunas acciones correctoras para lograr una mejora más profunda. Para valorar bien este juicio, hay que tener en cuenta que ninguno de los países sometidos a la última ronda de evaluación de Moneyval obtuvo mejores calificaciones (de eficacia ‘sustancial’ o ‘alta’). 

El mismo informe, al destacar los aspectos más críticos, como por ejemplo la duración de las investigaciones, reconoce que la eficacia de la jurisdicción vaticana depende de la eficacia de las jurisdicciones extranjeras en el proporcionar rápidamente las informaciones relevantes requeridas para la realización de las propias investigaciones”. 

“Las recomendaciones expresadas por el informe Moneyval con respecto a la jurisdicción del Vaticano, concluye el presidente de la ASIF, constituyen un estímulo para hacerlo aún mejor, manteniendo siempre alta la calidad de los recursos humanos empleados y reforzando la actividad de todas las autoridades implicadas en la lucha contra el blanqueo de capitales y el financiamiento del terrorismo. Son sugerencias que ayudan al Vaticano a contribuir a la realización, en condiciones de máxima transparencia y corrección financiera, del objetivo último de la misión de la Iglesia”.+