Patriarcas y obispos invitan a participar en las elecciones

  • 26 de mayo, 2021
  • Alepo (Siria) (AICA)
"Es normal que los obispos pidamos a los cristianos que participen en las elecciones presidenciales", dijo Mons. Antoine Audo SJ, obispo caldeo de Alepo.

“Son las elecciones a Presidente de la República, por ello es muy normal que los obispos pidamos especialmente a los cristianos, que participen en las elecciones”, expresó monseñor Antoine Audo SJ, obispo caldeo de Alepo, quien respondió así a las preguntas y a las críticas que surgieron tras el llamado con que el 20 de mayo los patriarcas y obispos de las iglesias católicas de Siria invitaron a los ciudadanos sirios a participar en las elecciones presidenciales de hoy, 26 de mayo.

Los candidatos que se presentan a las elecciones presidenciales de hoy son 3. Los grupos de la oposición hicieron un llamamiento a la población para que boicoteen la elección, con el argumento de que la reelección del actual presidente Bashar al Assad, parece inevitable. En las últimas elecciones, en 2014, Bashar había obtenido el 88% de los votos. Ahora aspira a un cuarto mandato, tras una década de conflicto que devastó el país, con la implicación más o menos directa de las potencias mundiales y regionales.

El llamamiento a participar en las elecciones realizado por los patriarcas y los obispos católicos puede suscitar críticas por parte de observadores y círculos occidentales que desde hace tiempo acusan a las comunidades eclesiales sirias de sumisión al aparato de poder de Assad. Insinuaciones que monseñor Audo rechaza tajantemente: “Nos limitamos a pedir a la gente que cumpla con su deber”, dijo el obispo caldeo, “y no expresamos preferencias de voto”. Sabemos que la mayoría de los que irán a votar volverán a elegir a Assad, pero más allá de todo lo que puedan decir los analistas de Occidente, somos nosotros los que estamos aquí. Somos gente de este país y sabemos cómo son las cosas. Estamos inmersos en este contexto sirio y de Oriente Medio. Nos damos cuenta de que frente a todo esto no sirven las teorías abstractas sobre la democracia, y que siempre es fácil dar lecciones a los demás desde afuera”.

Dar testimonio de la fe cristiana y respeto ante los musulmanes
Las valoraciones de la contingencia política que vive Siria dan pie al obispo jesuita sirio a ampliar el horizonte, expresando opiniones esclarecedoras e inconformistas sobre el presente y el futuro de las comunidades cristianas del país en Oriente Medio. Su condición y sus opciones -señaló monseñor Antoine Audo- no pueden adecuadamente captarse y evaluarse si no se tienen en cuenta los criterios prioritarios que inspiran su modus operandi: “Queremos hacer todo lo posible -explicó el obispo caldeo de Alepo- para que las comunidades cristianas puedan continuar su presencia y su testimonio en el contexto de Oriente Medio, marcado en estos tiempos por el factor del extremismo islamista".

"Esta es nuestra prioridad, y a partir de ella deben considerarse y evaluarse las decisiones prácticas que tomemos. Intentamos tomar decisiones concretas siguiendo lo que puede definirse como un espíritu ‘sapiencial’ en circunstancias concretas. Para permanecer en nuestro país no necesitamos hacer alarde de teorías o ideologías, sino retomar ese arte de convivir con los conciudadanos musulmanes, y así ver crecer el tejido de la vida cristiana en este contexto, en la convivencia que ya hemos experimentado en el pasado. No queremos autoridad ni dinero, sino sólo poder dar testimonio de nuestra fe cristiana también ante los musulmanes, con los que hemos compartido durante tanto tiempo la experiencia de la convivencia, con cierto respeto y escucha mutua”.

En una conversación con la agencia Fides, monseñor Audo confesó cómo las solicitaciones procedentes del contexto en el que viven tocan de manera singular hasta el nivel más íntimo de su vida de sacerdote y obispo: “Para mí lo que cuenta es vivir mi vida y mi fe aquí, en Siria, en medio de los musulmanes, incluso de los más fanáticos o tradicionalistas. A veces no es fácil, pero me ayuda a ir a la fuente de mi fe cristiana. No vivo ni hablo en Roma, ni en París, ni en Nueva York. Como cristiano oriental, mi lugar está aquí. Este es el lugar donde Dios me colocó, para vivir mi fe y ser testigo de Cristo. Espero que en Occidente se encuentre gente capaz de darse cuenta de lo que vivimos hoy en Oriente Medio, en sus dificultades y contradicciones, para ayudarnos de forma sincera y auténtica, con respeto por todos”.

Los musulmanes esperan algo de nosotros, los cristianos
Reconocer y tomar nota del contexto dado -subraya Antoine Audo- no significa eliminar toda reflexión crítica con respecto a las estructuras de poder y la labor de los organismos y las autoridades políticas. “Como cristianos y como obispos -explicó-, estamos llamados a educar las conciencias en la libertad. Pero esto sólo puede suceder si no nos separamos y no nos convertimos en extraños con respecto al contexto en el que nos encontramos”.

En las últimas décadas, un factor que surgió en el Oriente Medio fue el extremismo islamista, que se manifestó de forma extrema en el fenómeno de las milicias yihadistas. Hay que tener en cuenta este factor, que entró con fuerza devastadora en el conflicto sirio. “Me parece que también los musulmanes esperan algo de nosotros. Muchos musulmanes tienen dificultades para entrar en una relación con la modernidad que se desarrolló en Occidente. La Iglesia ya aceptó la modernidad occidental, sobre todo gracias al Concilio Vaticano II. En cambio, para muchos musulmanes sigue representando algo insidioso y peligroso”.

Ante esta reacción, según monseñor Audo, es mejor esperar a que las cosas tomen su tiempo para madurar, sin forzar la mano, incluso utilizando de forma violenta y arrogante eslóganes sobre la “superioridad” de los sistemas democráticos pluralistas. “Esta paciencia -señaló- tiene un rasgo auténticamente cristiano. Y me parece que el papa Francisco entendió estas cosas y está mostrando el camino. Realiza gestos e iniciativas -como las reuniones durante su viaje a Irak- que representan un modelo precioso. Nos muestra el camino a seguir. Su encíclica ‘Hermanos todos’ también nos ayuda a reflexionar, y veo que se está abriendo camino también en las sociedades musulmanas”.

El éxodo de los cristianos
Mons. Audo sugirió mirar con realismo y paciencia el fenómeno del éxodo de Siria y de Oriente Medio de muchos jóvenes y de muchos cristianos. Una hemorragia que representa una de las mayores preocupaciones para las comunidades cristianas locales. Muchos grupos dicen que quieren ayudar a los cristianos, envían dinero, hacen proyectos. El obispo Audo admite que no existe una fórmula mágica para mantener a los cristianos en Oriente Medio. “El aspecto económico es importante, pero lo esencial es que nuestra vocación de vivir la fe aquí sea siempre redescubierta y custodiada, mostrando a los demás su riqueza, con respeto, sin orgullo ni presunción".

"Por esta razón -concluyó el obispo caldeo de Alepo- no debemos pensar en la presencia cristiana en Oriente Medio como era hace 50 años, sino como será en los 50 años venideros. Me parece que los musulmanes también esperan algo de nosotros. Esperan ver que somos personas del siglo XXI, y que incluso en este tiempo marcado por la modernidad y la secularización en gran parte del mundo, vivimos como hombres y mujeres de fe, con respeto hacia todos”.+