Misa de admisión de candidatos al diaconado permanente en La Rioja
- 30 de abril, 2021
- La Rioja (AICA)
Monseñor Dante Braida presidió el rito de admisión de tres futuros diáconos permanentes en la parroquia Señor del Milagro, donde los animó a perseverar en esta misión servicio a la Iglesia.
El 28 de abril, en una celebración eucarística en la parroquia del Señor del Milagro, el obispo de La Rioja, monseñor Dante Gustavo Braida, presidió la admisión de tres candidatos al diaconado permanente, que a partir de ahora acompañarán a diferentes comunidades diocesanas. Se trata de Emilio Moreno, Raúl Rosello y Horacio Brígido, los tres padres de familias constituidas que vienen realizando un camino de preparación para esta misión.
Monseñor Braida dijo en su homilía que “cuando Dios nos elige para una misión particular, es para que colaboremos con la dimensión misionera de la Iglesia, por eso ustedes que se preparan para el diaconado, es para desde allí acrecentar la obra misionera de la Iglesia y particularmente el diaconado vivir esta misión de servicio que tiene que vivir cada cristiano, y no solo subrayarse en ustedes, sino ayudar a que toda la comunidad despierte esta vocación de servicio, como Jesús que no vino a ser servido sino a servir y hasta dar su propia vida por los demás”.
Concelebraron la misa el presbítero Miguel Sosa, decano del decanato San Francisco Solano y el párroco del Señor del Milagro, presbítero Fabián Tanquía.
"Este rito de la admisión -señaló el obispo- pasa por las distintas etapas que nacen desde el Bautismo y continúan por una etapa de discernimiento como en el caso de ustedes a la vida matrimonial y luego respondiendo este llamado al diaconado. Y al llegar a la admisión implica un punto de partida, de profundizar este vínculo con Dios y profundizarlo en esta dinámica de ir a los demás y especialmente a una comunidad”.
“El Evangelio dice que hay quienes rechazaron a Jesús, en nosotros siempre está latente la posibilidad de ahondar este camino o rechazarlo. Sabemos que Él no vine a Juzgar al que se aleja, pero el que acepta el camino el Padre le da ya ahora una vida eterna. Por eso este llamado es para una vida plena en la Iglesia”.
“El diaconado es un servicio al crecimiento integral para todas las personas y para ayudar a que todos puedan sentirse miembros de la Iglesia, que cuando algún bautizado que no participa habitualmente y vuelve a participar de la misa, que no se sienta observado y aislado. Esta tarea es de todos, todos tenemos que ser una puerta abierta, ser una Iglesia en salida”, sostuvo.
Por último, monseñor Braida animó a los nuevos admitidos a “seguir profundizando este camino, para que en la comunión como Iglesia seguir creciendo juntos, en salida para ir a los que están más lejos y que sea como un 'hospital de campaña' que acoja a todos los heridos para que puedan componerse en un encuentro más profundo con el Señor”.+