Mons. Lozano destaca el ejemplo del "Buen Pastor de Cuyo"

El arzobispo de San Juan hizo referencia al estilo de vida pastoral, misionero y de entrega de Mons. José Américo Orzali y pidió rezar por la pronta beatificación de quien fue pastor de estas tierras.

El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, dedicó su reflexión semanal a destacar el estilo de vida austero y sencillo de monseñor José Américo Orzali, quien era llamado con justicia y cariño “el Buen Pastor de Cuyo”.

El prelado hizo hincapié en la entrega generosa de este sacerdote porteño que en 1912 fue nombrado obispo de Cuyo, un territorio diocesano que entonces abarcaba las provincias de Neuquén, San Luis, Mendoza y San Juan. 

“Una extensa y variada geografía que planteaba el desafío de animar a todas las comunidades cristianas. Para ello realizó varias visitas pastorales que le llevaban pasar meses afuera de la sede de San Juan. Esto le permitió compartir varios días en cada parroquia, fortalecer la catequesis de niños, brindar conferencias para varones y mujeres respecto de cómo vivir la fe en el contexto de los desafíos de ese tiempo, compartir momentos de oración con los sacerdotes y la comunidad”, puntualizó.

“En esas visitas se levantaba temprano para rezar y dedicaba horas a recibir a los fieles en la confesión. Era remiso en aceptar fiestas o ágapes formales en su honor. Un hombre humilde y sencillo. Cercano a la gente”, agregó, y recordó que “estando en San Juan visitaba con frecuencia la cárcel, sirviendo con palabras de aliento a quienes estaban cumpliendo condena”.

El arzobispo sanjuanino señaló que en noviembre de 1922, monseñor Orzali pudo concretar su deseo de realizar una Semana Social en San Juan y Mendoza, actividad que más adelante se celebró también en San Luis. “La dimensión social de la fe siempre estuvo presente en sus ocupaciones pastorales. Debido a esta atención fundó un Centro de Estudios Sociales”, indicó.

“Dos anhelos pudo ver cumplidos. Fundar la Acción Católica el 24 de junio de 1931, habiendo iniciado su funcionamiento en la Argentina pocos meses antes. Esta querida institución se encuentra cumpliendo 90 años en nuestra provincia”, precisó, y añadió: “el segundo anhelo realizado fue contar en la diócesis con la Congregación Salesiana para la atención pastoral de la niñez y adolescencia”.

Monseñor Lozano detalló que como obispo convocó a tres sínodos, de los cuales logró celebrar dos porque su salud le impidió realizar el tercero. 

“Su vida ejemplar marcó fuertemente el corazón de los fieles, lo cual motivó el inicio de su causa de beatificación, y fue declarado Siervo de Dios por el Vaticano”, subrayó.

“Damos gracias a Dios por su vida misionera y entregada, y rezamos por su pronta beatificación. Su existencia expresó cabalmente el apodo de ‘Buen Pastor de Cuyo’, como lo recordamos hoy en un nuevo aniversario de su fallecimiento”, concluyó.+