Los niños protagonizaron el Viacrucis del Viernes Santo junto al papa Francisco

  • 2 de abril, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Bajo el Crucifijo, en la Plaza de San Pedro vacía, el Papa acaricia a los pequeños: "Ayúdanos a ser como ellos", rezó el pontífice.

En una Plaza de San Pedro prácticamente vacía, el papa Francisco celebró en la tarde del Viernes Santo el tradicional Viacrucis en el que el protagonismo fue asumido por niños scouts quienes elaboraron los correspondientes textos. 

El Viacrucis comenzó con una actualización del “Jesusito de mi vida”, afirmando que “también nosotros los niños tenemos cruces, que no son ni más livianas ni más pesadas que las de los grandes, pero que son verdaderas cruces, que sentimos pesadas también de noche”.

A lo largo de las estaciones se han presentado 14 testimonio y otras tantas oraciones compuestas por los propios niños que precedían a la plegaria del papa Francisco.

“Señor, Padre bueno, también este año hemos hecho memoria del Viacrucis de tu Hijo Jesús, y lo hicimos con las voces y las oraciones de los niños, que Tú mismo pusiste como ejemplo para entrar en tu reino. Ayúdanos a ser como ellos, pequeños, necesitados de todo, abiertos a la vida. Haz que volvamos a adquirir la pureza de la mirada y del corazón”, fue la invocación que dirigió el Santo Padre al final del Vía Crucis que presidió este 2 de abril, Viernes Santo, en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

En su oración, el Santo Padre también pidió al Señor que, “bendiga y proteja a todos los niños del mundo, para que puedan crecer en edad, sabiduría y gracia, para que conozcan y sigan el proyecto de bien que Tú has pensado para cada uno”. 

“Bendice también a los padres y a cuantos colaboran con ellos en la educación de estos hijos tuyos, para que se sientan siempre unidos a ti al dar vida y amor”.

El Vía Crucis visto con los ojos de los jóvenes
Al igual que los años anteriores, la cruz que presidía la celebración fue llevada por un grupo de jóvenes y educadores que se encargaron de las meditaciones que fueron leídas por los propios autores. A cada meditación correspondía un dibujo que se fue mostrando a través de la televisión en directo.

Al confiar las meditaciones del Vía Crucis a los niños, el papa Francisco nos invita a mirar los sufrimientos de la humanidad -especialmente en este tiempo marcado por la pandemia- a través de los ojos de los más pequeños. Nos pide de alguna manera que nos rebajemos a mirar el mundo a la altura de su mirada.+