La Iglesia en Catamarca camina hacia una gran Asamblea Diocesana

  • 23 de marzo, 2021
  • San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
El obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, presidió el 20 de marzo la reunión del Consejo Diocesano de Pastoral (Codipa), en camino hacia una gran Asamblea Diocesana.

Representantes de las comunidades parroquiales de los cuatro decanatos, áreas pastorales, movimientos, instituciones y demás espacios de evangelización de la diócesis de Catamarca participaron el 20 de marzo de la reunión del Consejo Diocesano de Pastoral (Codipa).

La reunión estuvo presidida por el obispo diocesano, monseñor Luis Urbanc, con la coordinación del vicario general, a cargo de la Vicaría de Pastoral, presbítero Julio Murúa, en las instalaciones de la iglesia Inmaculado Corazón de María.

La jornada comenzó con un momento de oración a cargo de la Pastoral Misionera, con la lectura del Evangelio del domingo y una reflexión a cargo del obispo.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del vicario general, presbítero Julio Murúa, quien también explicó la importancia del Codipa y la misión de los delegados.

A continuación, se proyectó un video realizado por el presbítero José Antonio Díaz, con un repaso de los últimos diez años de proyección pastoral de la diócesis, las líneas que se trabajaron y los desafíos hacia los próximos Jubileos de la Virgen de Luján en 2030, de la Virgen de Guadalupe en 2031 y de la Redención en 2033.

Seguidamente, monseñor Urbanc dio la bienvenida y agradeció el esfuerzo que hicieron los delegados para estar presentes, como también a los representantes de Andalgalá, quienes se sumaron al encuentro a través de la plataforma Zoom.

Además, hizo mención del marco que ofrece este 2021, con el Año de San José y el Año de Esquiú, y con la Carta Pastoral. También hizo alusión a la ceremonia de beatificación pospuesta, y que se espera nueva fecha de parte de la Congregación para las Causas de los Santos. En este sentido, dijo que se trata de un acontecimiento muy importante, no sólo para Catamarca sino para todo el país, ya que “la figura de Fray Mamerto Esquiú nos puede ayudar mucho a renovar nuestra vida”.

“Vamos caminando hacia una gran Asamblea Diocesana y este 2021 tiene que ser un año de preparación, con la realización de asambleas decanatales. La pandemia ha producido una crisis mundial y eso nos hace replanteos frente a lo que tenemos que hacer en la llamada nueva normalidad, que nos deja algunos desafíos”, expresó.

Luego de hacer un repaso de los principales problemas que se desprenden del panorama actual, enfatizó la necesidad de asumir la sinodalidad, que “es trabajar juntos, caminar, pensar y resolver juntos, las cosas, porque formamos un solo pueblo, una sola familia”. De esta manera, “vamos a preparar un plan pastoral hacia 2030 y para eso tenemos que poner en la mesa la realidad, los problemas, los desafíos”.

El obispo consideró que “debemos encarar el plan pastoral teniendo en cuenta los nuevos desafíos, las tecnologías que tienen que incorporarse a la evangelización, la utilización de las redes para poder llevar el mensaje de Jesucristo y plantar en la sociedad los valores cristianos”.

“Vamos potenciando los pensamientos del papa Francisco, quien nos dejó tres lindas encícilicas; la Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio), Laudato si’ (Alabado seas) y la Fratelli Tutti (Hermanos todos). Él soñó desde el principio con una Iglesia pobre al servicio de los pobres”, afirmó.

Siguiendo con su exposición, abordó la problemática de la familia en la actualidad, el papel de la mujer en la tarea evangelizadora, la pastoral vocacional, la catequesis, la liturgia, y la necesidad de valorar y purificar la piedad popular.

En torno a las palabras del obispo, se hizo un trabajo grupal de reflexión con propuestas pastorales para abordar distintos temas actuales.

Por su parte, el presbítero Marcelo Amaya expuso sobre los nuevos escenarios culturales, los desafíos de la sinodalidad y la cultura digital, una realidad que es necesario abordar con una pastoral concreta en los ámbitos de las comunidades. 

Para finalizar la mañana, el padre Pablo Reartes OFM, de la comunidad franciscana local, presentó la vida de Fray Mamerto Esquiú, destacando aspectos de la espiritualidad y la obra del futuro beato.

A su turno, el padre Murúa hizo una breve reseña de San José, en el año dedicado por el Papa al Patrono de la Iglesia. 

El encuentro culminó después de un almuerzo fraterno, con un momento de adoración al Santísimo Sacramento en el templo.+