La arquidiócesis de Mercedes-Luján tendrá un nuevo diácono camino al sacerdocio

  • 16 de marzo, 2021
  • Luján (Buenos Aires) (AICA)
El arzobispo de Mercedes-Luján ordenará diácono al seminarista Mario Agustín Roldán. En diálogo con AICA, el joven pidió la oración de la comunidad para "tener un corazón como el de Jesús".

Con una misa en la basílica y santuario nacional de Nuestra Señora de Luján, en el día de San José, el viernes 19 de marzo a las 19 será ordenado diácono camino al sacerdocio el joven Mario Agustín Roldán.

El futuro diácono tiene 28 años y es oriundo de Lobos. Recibirá su ordenación diaconal camino al sacerdocio de manos del arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, y eligió como lema para este momento “No me dejes, Madre mía”. Se desempeñará en la basílica.

Se pide a quienes deseen asistir a la celebración, que aporten un alimento para Cáritas.

Mario Agustín Roldán nació en Lobos el 4 de diciembre de 1992 y fue bautizado en la parroquia Nuestra Señora del Carmen el 30 de octubre de 1993. Hijo de Claudia y Sergio, es el primero de cuatro hermanos. 

En diálogo con AICA, el joven destacó que fue su bisabuela quien le enseñó sus primeras oraciones. “Después la catequesis de la escuela parroquial me fue mostrando un Jesús amigo, cercano y vivo, a través de convivencias, visitas a hogares de ancianos y ayuda a comedores y merenderos infantiles de la parroquia y de la ciudad”, relató.

En la parroquia, detalló, le tocó acompañar catequesis de confirmación y participar de cenáculos, “esto fue haciendo que participara activamente de grupos de jóvenes, entre ellos el Grupo Juvenil Francisco, que surgió el mismo 13 de marzo de 2013 (día de la elección del Papa)”, recordó. “Durante mi juventud conocí a varios sacerdotes que con su entrega fueron mostrándome la alegría del anuncio y del ministerio”.

Ingresó al Seminario Santo Cura de Ars, de Mercedes, en 2014. Allí asegura haber conocido grandes amigos, tanto de la arquidiócesis, como de las otras diócesis que se forman en ese Seminario.

Consultado sobre su preparación en vistas a la ceremonia de ordenación, Mario expresó: “Desde hace unas semanas me uní, por pedido de nuestro obispo Jorge Eduardo, al equipo pastoral del Santuario de Luján, donde voy a estar durante este año. En la semana que viene estaré haciendo el retiro previo a la ordenación”.

En cuanto al lema elegido para este paso, “No me dejes, Madre mía”, admitió que “es una oración que siempre me gustó y ahora, en la casa de María, en Luján, lo veo como un pedido que se repite en muchos que vienen a ella”.

Respecto a las prioridades que desea que guíen su ministerio, reconoció que “no son otras que las de la Iglesia”, y enumeró: “Los pobres, los jóvenes, los ancianos, los que sufren”. En ese sentido, aseguró: “Quiero ser un instrumento del Dios que está presente en la vida del pueblo, que lo acompaña y vive su alegría y lo consuela en sus tristezas”.

“Tengo gran devoción por el Santo Cura Brochero, el Beato Angelelli y el Siervo Negrito Manuel. Cada uno de ellos, con su forma de vivir el Evangelio, en medio de las particularidades de su tiempo, son modelos para mí, los he sentido muy presentes en mi camino de formación”. 

Mirando hacia atrás en este camino al sacerdocio, Mario destacó que en este tiempo de Seminario estuvo realizando tareas de pastoral en la parroquia Cristo Rey, de Mercedes; en la Pastoral Vocacional y Universitaria de la arquidiócesis; en Nuestra Señora de la Asunción, de Chacabuco; y en San Marcos Evangelista de Marcos Paz. “Del paso por estos lugares, al igual que de las parroquias donde hemos misionado con los seminaristas, conservo grandes amigos y muy lindos momentos”.

Finalmente, pidió “a quienes me conocen y a los que no, que se acuerden de mí, que me tengan en sus oraciones, que pueda tener un corazón como el de Jesús, para amar siempre, a todos y sin esperar nada a cambio”.+