Mons. Lozano: Que en Cuaresma "no se nos escape la tortuga"
- 21 de febrero, 2021
- San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan de Cuyo advirtió sobre tres tentaciones "comunes" de las cuales hay que cuidarse en este tiempo: el escepticismo, el egoísmo y la hipocresía.
El arzobispo de San Juan de Cuyo, monseñor Jorge Eduardo Lozano, consideró que la respuesta más simple a la pregunta ¿por qué de nuevo Cuaresma en 2021? podría ser “porque la necesitamos”.
“Nos hace bien de vez en cuando cambiar la mirada, ponernos desde otra perspectiva”, subrayó en su reflexión semanal.
El arzobispo trajo a colación una imagen que evaluó como “no convencional” como es la del chiquero, para graficar: “Con mayor o menor número de animales, lo común es que no se mueven del corral, no salen del encierro. Solamente están para engordar”.
“Me vienen esas imágenes cuando decimos que estamos ‘achanchados’. En el camino de la vida de los vínculos interpersonales o en el plano de la fe es común que nos pueda suceder”, reconoció, por lo que afirmó que “el tiempo de Cuaresma es un fuerte llamado de atención para despabilarnos y retomar el camino”.
Tras reflexionar sobre las tentaciones de Jesús en sus 40 días en el desierto, advirtió sobre tres tentaciones “comunes” de las cuales hay que cuidarse en este tiempo.
El prelado sanjuanino habló primero del escepticismo, que “ante cualquier propuesta de cambio, lo primero que dice es ‘no va a funcionar’, o ‘ya lo intenté varias veces y sin conseguir resultados’. ‘Siempre soy así’”.
“Esta es una tentación también comunitaria, que no nos permite renovar actitudes y opciones en la Iglesia. Es la cobardía del que no arriesga, y que para empezar la lucha quiere la garantía del éxito”, indicó.
Luego se refirió al egoísmo que “encierra sin mirar a los demás. Se expresa demasiado frecuentemente ‘con mi vida hago lo que quiero’, o ‘es mi plata y la gasto como me parece’. Todo gira en torno a mí, o no existe”.
Por último, monseñor Lozano hizo hincapié en la tentación de la hipocresía, esa que “lleva a actuar y sobreactuar la fe” y completó: “Nos preocupa más la imagen o el qué dirán por encima de la coherencia de vida y la verdad sobre mi existencia. Es una actitud que nos carga de esterilidad sin dar fruto”.
“Arrancamos la Cuaresma. Nos ponemos en camino 40 días hasta la Semana Santa. Que no se nos escape la tortuga”, concluyó.+