Francisco al Congreso de Educación Religiosa: "Actuar con el estilo del samaritano"
- 19 de febrero, 2021
- Ciudad del Vaticano (AICA)
"Es necesario construir el mañana, mirar el futuro, y para ello hacen falta el compromiso, la fuerza y la dedicación de todos", afirmó en un videomensaje a los educadores estadounidenses.
El papa Francisco abrió el Congreso de la Educación Religiosa organizado por la arquidiócesis de Los Ángeles, con un videomensaje en el que llama a educadores estadounidenses a "actuar con el estilo del samaritano".
Las jornadas, en modalidad virtual, comenzaron el jueves y se extenderán hasta el 21 de febrero, con el lema “¡Proclama la Promesa!”.
“Necesitamos anunciar y recordar que tenemos la promesa de Dios y que Dios siempre cumple sus promesas”, expresó el pontífice en su mensaje en españo.
El Papa recordó que “la pandemia ha marcado la vida de las personas y la historia de nuestras comunidades. Ante ésta y otras realidades es necesario construir el mañana, mirar el futuro, y para ello hacen falta el compromiso, la fuerza y la dedicación de todos”.
“Hace falta actuar con el estilo del samaritano, que implica dejarse golpear por lo que veo, sabiendo que el sufrimiento me va a cambiar, y con el sufrimiento del otro me debo comprometer", sostuvo.
"Los testimonios de amor generoso y gratuito que hemos presenciado durante todos estos meses –tantos testimonios– han dejado una huella imborrable en las conciencias y en el tejido de la sociedad, enseñando cuán necesaria es la cercanía, el cuidado, el acompañamiento y el sacrificio para alimentar la fraternidad. Ellas y ellos han sido anuncio y realización dela promesa de Dios”, destacó.
Francisco insistió en recordar que de “la crisis nunca se sale igual, se sale mejor o se sale peor, pero nunca se sale igual. En las crisis se revela el propio corazón: su solidez, su misericordia, su grandeza, su pequeñez. Las crisis nos pone ante la necesidad de elegir y de optar y de comprometernos por un camino”.
Asimismo, instó a los jóvenes a ser transmisores de esperanza. “¡Ustedes jóvenes, sean los poetas de una nueva belleza humana, una nueva belleza fraterna y amigable!”, les pidió.
“Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz – pero sí– todos hermanos”, concluyó citando su encíclica Fratelli tutti.+