Una red de religiosas organizadas contra el crimen de la trata
- 9 de febrero, 2021
- Buenos Aires (AICA)
Una de las coordinadoras de la Red Kawsay Buenos Aires, diálogó con AICA y llamó a involucrarse en la lucha contra la trata de personas, principalmente desde la educación y la oración.
En el marco de la Jornada Mundial de Reflexión y Oración contra la Trata de Personas, AICA dialogó con la hermana María Laura Roger, una de las coordinadoras de la Red Kawsay Buenos Aires.
La Red Kawsay trabaja en la Argentina en la zona del Litoral, la zona del NOA y en la Región Buenos Aires. Proveniente del quechua, el nombre de la red tiene que ver con algo que “anima a ponerse de pie, vivir una vida plena en contacto con la naturaleza y el cosmos. Es una expresión muy integral, pero que invita a que la gente tenga vida y una vida en abundancia”, expresó la hermana Roger.
La red en Buenos Aires está compuesta por diversas congregaciones religiosas, que trabajan de modo circular en la “prevención, capacitación y concientización de la gente sobre el tema de la trata”.
La religiosa explicó que la Jornada se celebra cada 8 de febrero en la fiesta de Santa Josefina Bakhita, “una muchacha que fue esclava y tuvo una conversión, un encuentro con Jesucristo que le cambió la vida y un encuentro con personas que la fueron ayudando a transformar su vida y a sanarse de tanta esclavitud. Luego siguió el camino religioso”, recordó. Por este motivo, la santa es para la Red una “figura inspiradora con la que se pueden identificar las personas que sufren esclavitud”, pero también puede ser “protectora que ayude a todos los que estamos luchando contra este flagelo”.
En este contexto, el jueves 11 de febrero la Red Kawsay organizó un panel que toma el lema de la Jornada Mundial: “Una economía sin trata de personas”, y se realizará en conjunto con la red del Uruguay, a fin de buscar una mirada rioplatense. “La clave de nuestra organización es formar redes por un motivo estratégico, porque las mafias y las organizaciones que se dedican a la trata también forman redes y siempre se están recreando. Entonces nuestra organización debe tener este dinamismo y tener la astucia de estar convocándonos, interactuando y enriqueciéndonos mutuamente con otras redes”.
Si bien dijo que “con Uruguay las realidades son muy distintas porque las leyes argentinas son abolicionistas y no así las de Uruguay”, sin embargo, afirmó que la mirada es la misma. El panel del jueves 11 tendrá como oradores a Cristina Calvo, doctora en Economía del Comportamiento y Sociología Económica, y magister en Gobernabilidad y Desarrollo, de la Argentina; y a Pablo Guerra, licenciado en Sociología y doctor en Ciencias Humanas, del Uruguay. Para participar del panel, inscribase aquí.
La hermana Roger explicó que el tema de la economía “tiene que ver con que, lamentablemente, el sistema capitalista postula la ganancia como motor de la economía y de la vida social. El lucro sí es motivante para el progreso, pero no debe ponerse como valor absoluto, porque el resto queda como valor relativo. Entonces las personas son una fuente de trabajo y pierden su condición de personas”, y afirmó que “detrás de la trata hay plata”.
“Es muy pertinente que el Papa haya propuesto el tema de la economía para que vayamos concientizándonos y transformando este sistema de manera que sea solidario, que busque el bien común y apoye los derechos de todas las personas”.
A su vez, hizo mención del papel de la Iglesia y de la sociedad civil: “Como cristianos estamos muy motivados por nuestros valores. Pero esto excede lo confesional, porque muchas personas y organizaciones sintonizan con esta propuesta. El Evangelio no es antihumano, es la plenitud del ser humano. Cualquiera organización que busca el bien, sintoniza con esto”.
La eligiosa resaltó la importancia del diálogo: “Así siempre habrá encuentros, sin perder la identidad de cada uno. Esto puede ser motivo de construcciones muy positivas. Jesús no evitaba el encuentro y nosotros debemos hacer lo mismo: buscar en el otro lo que tiene de verdadero, de bueno y de noble, y sobre eso construir”.
Finalmente, la hermana Roger hizo un llamamiento a las personas a involucrarse con el tema: “Nadie puede decir: ‘Este tema no tiene nada que ver conmigo’, porque siempre hay cosas por hacer. Por ejemplo, educar a nuestros hijos en el trato de las mujeres, es colaborar en la lucha contra la trata. Que los padres y los abuelos hablen con los hijos de como cuidarse, de su dignidad, del cuidado de su cuerpo, de la intimidad. Todas esas cosas son una contribución a luchar contra la trata”. Y añadió: “Por supuesto, para los creyentes, rezar y sostener desde la oración a los que están en la tarea, llevando adelante a las situaciones más riesgosas”.
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