Endepa rechaza el proyecto de zonificación minera en Chubut
- 5 de febrero, 2021
- Buenos Aires (AICA)
La Pastoral Aborigen advierte que la iniciativa implicaría "abrir la puerta a la minería a cielo abierto afectando de manera irreparable los territorios de los pueblos ancestrales que allí viven".
El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) rechazó el proyecto de zonificación minera en la Meseta Central de la provincia del Chubut, al advertir que la iniciativa del gobierno provincial implicaría "abrir la puerta a la minería a cielo abierto afectando de manera irreparable los territorios de los pueblos ancestrales que allí viven".
Tras recordar que el Chubut es "tierra de culturas indígenas de los pueblos mapuche, tehuelche y mapuche–tehuelche", se une a los pronunciamientos en contra del proyecto expresados por los obispos chubutenses y la Iglesia Evangélica Metodista.
En un comunicado, Endepa rechazó de "manera contundente" el proyecto de zonificación minera y reafirmó "los principios ambientales dispuestos en el artículo 41 de la Constitución Nacional Argentina, teniendo presente el derecho humano básico a vivir en un ambiente sano, y la Ley 5001 del Chubut, sancionada en 2003, a partir de un plebiscito donde el pueblo de Esquel rechazó de manera contundente la explotación minera".
Asimismo, exigió el cumplimiento del derecho de consulta indígena, que tienen las comunidades a "participar para informarse y decidir, establecido en el artículo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional".
Endepa instó a "seguir velando por el cuidado de la Casa común y a exigir a los gobiernos responsabilidad para garantizar un ambiente sano tanto a la población actual como a las futuras generaciones".
Texto del comunicado
Chubut tierra de culturas indígenas de pueblos mapuche, tehuelche y mapuche–tehuelche.
El Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) muestra su preocupación y su repudio a la iniciativa del gobierno del Chubut, dejando clara su posición de rechazo al Proyecto de zonificación minera en la meseta central de la provincia del Chubut, porque ello implicaría abrir la puerta a la minería a cielo abierto afectando de manera irreparable los territorios de los pueblos ancestrales que allí viven.
Nos unimos y damos nuestro apoyo a los distintos sectores de la ciudadanía chubutense que se han manifestado en contra de este proyecto, especialmente a los obispos de la Iglesia católica de esa provincia y a la Iglesia Evangélica Metodista entre otras muchas organizaciones del país.
El Consejo Superior de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco hizo público un comunicado denunciando que el proyecto de zonificación destinaría aproximadamente el 64% de la superficie del Chubut a la actividad minera.
Como Endepa rechazamos de manera contundente el proyecto de zonificación minera y reafirmamos los principios ambientales dispuestos en el artículo 41 de la Constitución Nacional Argentina, teniendo presente el derecho humano básico a vivir en un ambiente sano, y la Ley 5001 del Chubut, sancionada en el año 2003, a partir de un plebiscito donde el pueblo de Esquel rechazó de manera contundente la explotación minera.
Asimismo, exigimos el cumplimiento del derecho de consulta indígena, derecho constitucional de las comunidades a participar para informarse y decidir, establecido en el artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional.
Resulta un punto de inflexión que los gobernantes del Chubut, hoy, promuevan una zona minera, cuando la provincia atraviesa 14 años de inejecución -en términos porcentuales superior al 50%- de la Ley 26.160 de emergencia territorial indígena.
El término de “zonas de sacrificio” se refiere a territorios elegidos para realizar actividades extractivas de alto impacto. Son zonas de interés debido a sus recursos naturales, mal denominadas áreas poco habitadas, con escaso desarrollo productivo y con economías desarticuladas. No es una idea nueva en la provincia del Chubut. A inicios de la década de 1980 la Comisión Nacional de Energía Atómica intentó instalar un reservorio o “basurero nuclear” debajo de las sierras del medio, a 70 kilómetros de la localidad chubutense de Gastre, para alojar residuos nucleares propios y de otros países. Yendo más lejos, a fines del siglo XIX se llamó a estas tierras “desierto” para expandir territorialmente la república ganadera a costa del genocidio de los pueblos originarios. Sin embargo, las comunidades indígenas existen, habitan el lugar y deben respetarse sus derechos.
Instamos a seguir velando por el cuidado de la Casa común y a exigir a los gobiernos responsabilidad para garantizar un ambiente sano tanto a la población actual como a las futuras generaciones.
“Si la tierra nos es donada, ya no podemos pensar sólo desde un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio individual. La tierra que recibimos pertenece también a los que vendrán” (Papa Francisco, Laudato si' 33).
Más información www.endepa.org.ar.+