Mons. Mestre: Por el bautismo, sacerdotes, profetas y reyes
- 13 de enero, 2021
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Mar del Plata predicó en la fiesta del Bautismo del Señor, domingo 10 de enero, con los roles que nos marca el bautismo: ser sacerdotes, profetas y reyes.
Para la celebración de la fiesta del Bautismo del Señor, clausura del tiempo de Navidad, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, tomó para sus habituales tres puntitos tres palabras que simbolizan al bautismo.
“El bautismo de Juan es un rito de purificación exterior al que Jesús se somete sin tener necesidad de hacerlo porque en Él no hay pecado. Sin embargo, se da aquí una vez más la solidaridad de Dios con la humanidad pecadora expresada claramente en la celebración de la Navidad”, explicó antes de comenzar.
Esta fiesta significa “tener memoria agradecida de nuestro propio bautismo: liberación del pecado y presencia poderosa de Dios en nuestros corazones que nos hace sacerdotes, profetas y reyes como dice la oración de unción con el Santo Crisma en la celebración del Sacramento del Bautismo”. Por eso monseñor Mestre dijo que por el bautismo somos sacerdotes, profetas y reyes.
Por el bautismo somos sacerdotes
En la primera definición, el obispo recordó que el sacerdocio es común a todos los fieles por el bautismo, y que es distinto del “sacerdocio ministerial” de los presbíteros. “El sacerdocio común nos consagra y nos da la capacidad de ofrecer todo lo que vivimos al Padre eterno. La forma más concreta de ser sacerdotes es intercediendo ante Dios, es decir, presentando al Altísimo todo lo que toca nuestra vida: la bueno y lo malo, lo personal y lo comunitario, lo propio y lo ajeno, lo que tiene que ver con la Iglesia y lo que es del mundo, lo que acontece en mi entorno y lo que ocurre en el otro extremo del planetaexplicó.
Por el bautismo somos profetas
Además, indicó que somos profetas, explicando que la etimología de esta palabra se sintetiza en “hablar en nombre de otro”. Para los cristianos implica “hablar en nombre de Dios, del único profeta con mayúsculas”, resumió el obispo marplatense. Se trata de “anunciar su Palabra, su presencia en nuestro mundo y nuestra historia. Dar a conocer a toda la humanidad su amor y su misericordia”. Pero monseñor Mestre aclaró que “esto implica no predicarnos a nosotros mismos sino la Palabra de Dios que nos supera y nos trasciende”, y que “en medio de las coyunturas de la vida cotidiana ser profeta implica predicar la verdad, la esperanza, la paz, la misericordia, la justicia y todos los valores que nos vienen de Dios”.
Por el bautismo somos reyes
Finalmente, también somos reyes. Esta imagen se toma del Antiguo Testamento y se refuerza en el Nuevo y tiene que ver con “la capacidad de conducir, gobernar, reinar”. El prelado expresó que “el bautismo nos da la capacidad ‘real’, ‘regia’ de conducirnos y conducir a los demás según los valores del Reino de Dios”. De este modo, “lo que anunciamos proféticamente debe encarnarse en la vida sabiendo y buscando conducirnos y conducir según el mensaje del Evangelio”. Cada uno en su papel, es “responsable de la pastoral”, sirviendo de tal manera “que los que acompañamos puedan llegar a la vida nueva de los hijos de Dios”.+