El Card. Poli rezó por el descanso eterno de los fallecidos a causa del coronavirus
- 20 de diciembre, 2020
- Buenos Aires (AICA)
Recordó que con "el Niño Jesús y su belleza en el pesebre, hay un lenguaje nuevo: la vida para siempre" y pidió: "Que el Señor nos conceda esta certeza, este consuelo, esta esperanza que no defrauda".
El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, presidió la misa de este domingo en la catedral metropolitana, donde pidió por el descanso eterno de los fallecidos a causa del Covid-19 y por otros motivos en este año difícil para la familia humana.
“En esta misa vamos a hacer memoria de todos aquellos que han partido a causa del Covid y también vamos a incluir a todos los que han partido en el mundo, en la familia humana, porque nunca nos sentimos tan unidos a la humanidad, nunca hablamos este lenguaje, fraterno, universal”, expresó.
En la homilía de la misa que se transmitió por radio y televisión, el purpurado porteño manifestó su esperanza de que no se olvide nunca esta pertenencia a “una única familia”.
“La Navidad se nos presenta como una nueva caricia de Dios. Dios que se hace niño como tantos que se están gestando en los santuarios maternos de la vida, pero éste guarda el deseo de nacer en nuestro corazón, en nuestras familias, en los lugares donde trabajamos o estudiamos, donde compartimos la alegría”, recordó.
El primado argentino destacó que “es un Dios que quiere estar con los hombres, es el Emanuel, y exclamó: “Dichosos los que ponen su confianza en este Niño que sana, consuela, perdona, levanta al caído y también nos salva”.
“Vamos a pedirle a este Niño algo que sólo Dios da al corazón humano da al corazón humano, que es el consuelo, el abrazo de Dios. Con el consuelo viene la convicción de que la muerte no es la última palabra, no es más que un simple adiós a nuestros seres queridos, aunque muchos no han podido dárselo muy cerquita. Seguramente, en su corazón se han despedido”, aseguró.
El cardenal Poli insistió en afirmar que “es un tiempo nomás”, porque “este Niño nos viene a recordar que está vida es un paso, y quien también padece con los sufrimientos de Cristo, comparte su gloria”.
“Que el Señor nos conceda, a través del Niño Jesús, esta esperanza de encontrarnos algún día con Él, ésta es la verdad cristiana, este es el misterio de la resurrección, ya con el Niño Jesús y su belleza en el pesebre, hay un lenguaje nuevo: la vida para siempre. Y eso me gustaría que recuerden todos: la vida para siempre”, pidió.
“Que el Señor nos conceda esta certeza, este consuelo, y esta esperanza que no defrauda”, concluyó.+