Miles de fieles en el cierre virtual del Año Mariano Nacional
- 9 de diciembre, 2020
- San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
Una multitud de fieles devotos de Nuestra Señora del Valle participaron en la tarde del 8 de diciembre, de la solemne procesión en honor de la Virgen, que se llevó a cabo de forma virtual.
Con la solemne procesión en honor de Nuestra Señora del Valle, que este año se llevó a cabo de manera virtual, culminó en Catamarca el Año Mariano Nacional en conmemoración del 400° aniversario de presencia de la Virgen.
Las celebraciones se llevaron a cabo en la tarde del 8 de diciembre, y la alocución final estuvo a cargo del obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc. “Necesitamos tu coraje, tu valentía, tu audacia, para decir siempre sí a Dios y sí a la vida”.
La procesión comenzó a las 17, animada por el Área de Cultura del Espacio de Animación y Encuentro Virtual del Año Mariano Nacional y el Ministerio de Música Yanai, y fue transmitida por medios de comunicación y redes sociales, lo que permitió la presencia de fieles de todos los puntos del país.
Entre cantos y oraciones, se proyectaron videos de obispos argentinos que expresaron su devoción a la Virgen del Valle y agradecieron a cuantos trabajaron intensamente en este Año Mariano Nacional.
“La intención principal de esta tarde de oración junto a usted, Madre, será para pedir por el fin de esta pandemia, por el eterno descanso de las victimas del Covid-19, por las familias que sufren de cerca esta situación y para pedirte luz, creatividad y caridad para solucionar las consecuencias espirituales, físicas y económicas que dejará este flagelo inesperado que estamos viviendo”, expresaron los guías al comienzo de este acto solemne.
“A lo largo de nuestro caminar rezaremos como Patria unida, como Pueblo con conciencia de fraternidad, como hijos de una misma Madre que desean y buscan una verdadera amistad social”, manifestaron los locutores.
A las 18, monseñor Urbanc portó la Imagen de la Virgen desde el interior del templo hasta el atrio, donde se la entregó al rector del santuario, presbítero Gustavo Flores, quien puso la venerada imagen en su trono.
“¡Viva la Virgen del Valle! ¡Viva la excelsa Virgen María! ¡Viva la Madre de la Iglesia! ¡Viva la Madre de Misericordia!”, aclamaron los guías. Los que se encontraban frente al santuario del Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora del Valle y los que seguían la transmisión desde sus hogares o lugares de trabajo, se dispusieron a rezar, cantar y celebrar a la Virgen del Valle en su imagen cuatro veces centenaria.
Participaron de esta fiesta el gobernador, licenciado Raúl Jalil; los intendentes de la ciudad capital y de Fray Mamerto Esquiú, doctor Gustavo Saadi y doctor Guillermo Ferreyra, respectivamente; autoridades legislativas, judiciales y de las fuerzas de seguridad.
A continuación, pasaron virtualmente imágenes de instituciones educativas, grupos de peregrinos del interior provincial y de otras provincias, especialmente de Tucumán y de Santiago del Estero, parroquias y comunidades de las arquidiócesis de Tucumán y Resistencia, y de las diócesis de Catamarca, movimientos e instituciones eclesiales y de todas las regiones pastorales de la Argentina.
Tras el rezo del rosario, comenzó el recorrido alrededor de la plaza principal de San Fernando del Valle de Catamarca, encabezado por el obispo diocesano, junto con algunos sacerdotes, entre ellos el vicario general, presbítero Julio Murúa, y el rector del santuario y catedral basílica, presbítero Gustavo Flores; de la comunidad franciscana y de Fasta, diáconos y seminaristas.
Escoltaron la Sagrada Imagen, como cada año, la guardia de honor de la Virgen del Valle, perteneciente a la división de Bomberos de la Policía de Catamarca, mientras integrantes de la Brigada de Lucha contra Incendios Forestales, trabajadores de Defensa Civil y de la EC Sapem, llevaban el trono con la sagrada imagen. A lo largo del recorrido, este servicio se fue turnando entre los grupos especiales de la Policía de la Provincia, miembros de agrupaciones gauchas y Guardianes de la Virgen.
A lo largo del rosario, se sumaban alrededor de la plaza las banderas de cada una de las provincias argentinas, “como signo de identidad y de que queremos ser una sociedad abierta que integra a todos”. El rezo del quinto misterio gozoso estuvo a cargo de jóvenes, en representación de sus pares, que este año egresan del ciclo secundario.
Con el repique de campanas, ingresó la bandera de Catamarca, que simbolizó la presencia de todos los catamarqueños que viven en su tierra o se encuentran esparcidos por el mundo y, en particular, estuvieron espiritualmente quienes trabajaron por el Año Mariano Nacional, “para que recen por ellos, para darles las gracias y para que Dios haga fructificar sus obras en beneficio de toda la Argentina”.
En esta jornada especial, los catamarqueños trajeron la figura del futuro beato fray Mamerto Esquiú, fraile santo y misionero, que será beatificado el 13 de marzo del próximo año. “Desde su misma cuna, el pueblo de Catamarca ha estado bajo la guarda de la Inmaculada Concepción, sensibilizada en esta imagen sagrada, que lleva el dulce y hermoso nombre de Virgen del Valle… Hoy, pues, que se trata de un acto tan importante de la vida de este pueblo, los invito a que renovemos nuestro antiguo juramento de fe y amor a la Virgen del Valle, a que invoquemos su protección y la confesemos llena de gracia como es: Ave María”. Seguidamente, los presentes rezaron el acto de Consagración a la Virgen del Valle.
Con un video, los fieles repasaron brevemente este año, que tuvo en su centro un Espacio de Animación y Encuentro virtual, ya que por el Covid -19 no pudo ser presencial. Esto permitió que se multipliquen los participantes, uniéndose fraternalmente alrededor de la Madre.
Madre, necesitamos tu valentía para decir “Sí a la vida”
Las palabras finales estuvieron a cargo de monseñor Urbanc: “Hoy, Madre Nuestra del Valle, venimos como tus hijos e hijas, para sellar el compromiso de proteger al inocente que no ha nacido, y también para rogar por las mamás que sufren en su cuerpo y en su espíritu”, expresó.
“Tú conoces muy bien el dolor y la angustia de muchas mujeres. Frente a tu imagen Inmaculada, son muchas las que te confían el secreto más hondo de su corazón: el intenso sufrimiento vivido en algún momento de confusión, el pesar que no se va y el arrepentimiento sentido y profundo. Conoces a tantas que dudan en lo más íntimo de su ser y tienen miedo de enfrentar la vida, así como viene”, continuó.
“¡Qué inmenso es tu Amor! ¡Madre querida, nunca rechazas a nadie! Constantemente estás consolando, sanando, ayudando a cuidar la vida y acercando a toda mujer al Padre misericordioso, que siempre está dispuesto a perdonar, que siempre da una nueva oportunidad”, aseguró, pidiendo a la Virgen “por cada mujer y por las que seguirán viniendo, para que les regales esa misma fuerza que el Padre Dios te concedió para cuidar a Su Hijo e Hijo tuyo, en todos los momentos y circunstancias de su vida”.
“La Patria se debate en estos días entre la vida y la muerte, la luz y la oscuridad, necesitamos tu coraje, tu valentía, tu audacia, para decir siempre Sí a Dios y Sí a la vida. Ayúdanos a no caer en la tentación de la mentira, la hipocresía, la tibieza, la corrupción y la indiferencia, dejando así, a muchos, fuera del camino de la vida, primer derecho humano y base de los demás”.
El obispo consagró a la Virgen “a nuestra amada Argentina”, a las familias, a las que están gestando en su vientre una nueva vida humana, a los niños y niñas, a los jóvenes, a los ancianos, para que sigan siendo fieles a su Hijo.
Hacia el final, se refirió al Año de San José, declarado por el papa Francisco con ocasión de los 150 años de que fuera proclamado patrono de toda la Iglesia, que comenzó este 8 de diciembre y se extenderá hasta la misma fecha del 2021. “Su figura de santo esposo y padre, nos hace mucho bien. Tú sabes, como nadie, que él es el varón justo de la presencia diaria, discreta, fiel y silenciosa, pero su protagonismo no tiene punto de comparación en la historia de la salvación”.
Finalmente, el prelado encabezó el rezo del Salve y bendijo unas réplicas de la imagen de la Virgen para entregar a las parroquias.
Cierre del Año Mariano
El papa Francisco también se hizo presente con un videomensaje: “Me uno a todos los fieles que hoy celebran el fin de este Año Mariano Nacional. Rezo por ustedes y pido que recen por mí, y no se olviden que María que es madre y discípula”, expresó.
En un momento de honda devoción fue llevado el Santísimo Sacramento junto a la Madre del Valle “para bendecir a toda la Argentina que necesita tener puestos los ojos en Él y su Madre. Lo necesitamos”, dijeron los guías.
Finalmente, se entonaron las estrofas del Himno Nacional y del Himno de Catamarca, y monseñor Urbanc impartió la bendición. Con el repique de las campanas, el canto “Adiós Reina del Cielo” y los pañuelos en alto, la Sagrada Imagen fue transportada hacia su trono permanente en el Camarín.+