"La dignidad humana se funda en ser persona", afirmó la Pastoral Familiar de Catamarca
- 21 de noviembre, 2020
- San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
La delegación de Catamarca de la Pastoral Familiar envió un comunicado en rechazo al nuevo proyecto de ley de aborto y al "Programa de los 1000 días".
La delegación episcopal para la Pastoral Familiar de la diócesis de Catamarca envió un mensaje con motivo de los proyectos de “Interrupción voluntaria del embarazo” y del “Programa de los 1000 días”, enviados al Congreso de la Nación esta semana.
Con la adhesión de la Pastoral de la Salud y del Movimiento Familiar Cristiano, afirman que “la dignidad humana se funda en ser persona”, y en siete puntos analizan los motivos por los cuales rechazan ambos proyectos de ley.
“La dignidad humana no se adquiere con el paso de las horas, de los días o de los meses, sino en el hecho de ser fruto de la unión de los gametos (óvulo y espermatozoide humanos), que se produce en la fecundación con la que se inicia una nueva vida distinta de los progenitores. Este inicio, reconocido por la ciencia (la biología, la embriología, la genética) nos permite afirmar el comienzo de esta nueva vida que, por provenir de células germinales humanas, no puede dar origen a otra forma de vida que no sea humana, la cual es persona desde la fecundación hasta su fin”, sostienen.
Reafirmando que “en todas las sociedades se prohíbe, por ley, matar a un ser humano”, hacen hincapié en que hacerlo “acarrea consecuencias para el agresor”. Por su parte, “el eufemismo ‘Interrupción Voluntaria del Embarazo’ busca ocultar la realidad del aborto y se requiere más que nunca el valor de mirar de frente a la verdad y de llamar a las cosas por su nombre, sin ceder a compromisos de conveniencia o a la tentación de autoengaño”, indican.
Por otro lado, señalan el ordenamiento jurídico constitucional argentino, que protege “sin excepciones, el derecho a la vida de todo niño, nacido o por nacer, desde el instante de su concepción”.
Unidos al episcopado argentino, citan sus palabras: “Oscurece gravemente el horizonte que nos propone el papa Francisco en su reciente encíclica Fratelli tutti: abrir el corazón ante un mundo que rompe en pedazos los sueños y se encierra detrás de una mirada egoísta y excluyente, porque en el fondo no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar”.
Hacia el final, señalan que “la fecundación no es una enfermedad, todo lo contrario”, y resaltan que “cuando existen conflictos de derechos, entre niños y adultos, se atenderá el interés superior del niño, que tiene origen constitucional”. “La vida no es un bien negociable. Como ciudadanos queremos expresar nuestro compromiso para cuidar las dos vidas: la de la madre y la del niño por nacer, con la convicción de que ambas son dignas y que nunca será lícito destruir la de la persona indefensa invocando un ‘derecho’ que en realidad no existe. El delito de matar nunca puede convertirse en un derecho”, concluyen.+