Mons. Canecín: La JMP "nos invita a parecernos a Dios"
- 18 de noviembre, 2020
- Goya (Corrientes) (AICA)
El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, celebró la misa de la Jornada Mundial de los Pobres, "una oportunidad para parecernos a Dios".
El domingo 15 de noviembre, en el que la Iglesia celebró la IV Jornada Mundial de los Pobres, el obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecín, celebró la Eucaristía en la catedral diocesana, con escasa presencia de fieles y transmitida por redes sociales para toda la comunidad.
En su homilía el prelado reflexionó con el Evangelio resaltando que "los talentos que Dios nos da son para fructificar", porque la "finalidad de los talentos es ponerlos al servicio de los demás", y añadió que “la plena y verdadera felicidad consiste en servir al Señor".
Centrándose en el lema de la jornada, monseñor Canecín dijo que “debemos tender la mano hacia el pobre y con la mano abierta". "Nosotros tenemos la capacidad de tender la mano, porque, somos imágenes y semejanzas de Dios", por eso, "cada vez que extendemos la mano al pobre y al hermano necesitado, estamos reflejando lo que somos".
Más adelante, llamó a "no permanecer indiferentes" ante la mano extendida de los pobres, y pidió ser "coherentes con lo que somos, por creación y adopción". En este sentido, señaló que esta actitud tiene que "brotar espontáneamente", y preguntó entonces: "¿Por qué voy a cerrar mis manos? ¿Por qué voy a enterrar los talentos?".
El prelado goyano denunció que "la indiferencia es la peste de esta cultura que vamos forjando como sociedad", e insistió: "La cultura de la indiferencia, a veces, ya no nos dice nada, cuando vemos gente tirada al borde del camino", recordando la parábola del Buen Samaritano que se compadeció, se acercó y lo atendió.
"Hoy -dijo el prelado- hay muchos hermanos y hermanas con las manos extendidas, que nos están esperando", y resaltó que "están esperando nuestro tiempo, nuestra escucha, nuestro cariño, una palabra y, sobre todo, que compartamos también nuestros bienes".
La Jornada Mundial de los Pobres, “nos invita a tender la mano al pobre para parecernos a Dios", volvió a decir el obispo y reiteró que "Dios es el primero que tiende la mano a la humanidad pobre y caída". "Jesucristo se identificó con el pobre", aseguró; pero también “con cada ser humano en particular, hoy considerado como descarte".
"Se quiere legislar para calmar la conciencia; pero por más que haya legislación humana, la voz de Dios nunca se va a callar y la conciencia es la voz de Dios", expresó el obispo. Finalmente, insistió: "Se quiere dar un manto de legalidad. Se quiere llamar bien al mal", y llamó a reflexionar con el mensaje del Santo Padre para esta jornada, "una oportunidad de parecernos a Dios y de servir a Jesús".+