Covid: El Papa pide a los científicos soluciones justas y un compromiso coordinado
- 7 de octubre, 2020
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Mensaje del Papa a los participantes en la reunión plenaria de la Pontificia Academia de Ciencias
En un mensaje enviado a la Pontificia Academia de Ciencias, en ocasión de su reunión plenaria en el Vaticano del 7 al 9 de octubre, bajo el tema “Ciencia y supervivencia”, Francisco vuelve sobre el desafío que la pandemia, en términos científicos y de investigación, desafía a la humanidad en medio de una crisis social global.
El Papa pide un esfuerzo común, el respeto a las organizaciones encargadas de la coordinación global, llama a los científicos a la responsabilidad ética y devuelve a los más necesitados al centro de atención.
“Gracias por su investigación y esfuerzo cooperativo: en los últimos meses el mundo entero ha dependido de ustedes, de su compromiso de dar esperanza y cuidado”, con estas palabras se cierra el mensaje que del papa a la Pontificia Academia de Ciencias y el agradecimiento y su gratitud recorre todo el texto enviado hoy por el pontífice.
El Santo Padre vuelve su atención a la pandemia, sus repercusiones en el planeta, en la población, especialmente en los pobres y en los aspectos más técnico-científicos.
A lo largo del discurso Francisco señala, ante todo, la importancia del encuentro multidisciplinario para abordar los desafíos de la crisis causada por el Covid-19, en favor de toda la familia humana, y lamenta que “a pesar de nuestra hiper conectividad, hemos asistido a una fragmentación que dificultó la resolución de los problemas que nos afectan a todos”.
La crisis social global nacida de la pandemia
El pontífice celebró que ante esta crisis global nacida de la pandemia, “es bienvenida una sesión de trabajo en la que se compartan esfuerzos y las contribuciones sean convergentes”.
El Papa destacó a los participantes dos aspectos: la búsqueda de nuevas soluciones en el campo inmunológico e inmunoquímico -para aumentar las defensas del organismo y evitar la proliferación de células infectadas- y el estudio de las vacunas.
Lo que produjo el virus en el mundo, recuerda el Papa, no es solo un daño a la salud, sino al tejido social, económico y espiritual en general, paralizando "relaciones, trabajo, negocios", incluso muchas "actividades espirituales".
En definitiva, afirma el Papa, una "crisis social global" bien representada por la metáfora de la incapacidad de "ver el rostro de una persona" y "considerar a los demás como potenciales portadores del virus".
Tiene un enorme impacto en la educación, señaló: “En muchas partes del mundo, un gran número de niños no pueden volver a la escuela, y esta situación corre el riesgo de que aumente el trabajo infantil, la explotación, los abusos y la malnutrición”.
Francisco no deja de subrayar las necesidades de los miembros más pobres de nuestra familia humana, sobre quienes esta crisis grava de modo particular, convirtiéndose, muchas veces, “en una cuestión de supervivencia”.
Y señala, seguidamente, que “los sistemas de atención de la salud, por ejemplo, deben ser mucho más inclusivos y accesibles para los desfavorecidos y los que viven en países de bajos ingresos”.
Del mismo modo, cuando se disponga de vacunas, debe garantizarse un acceso equitativo a ellas, independientemente de los ingresos, empezando siempre por los últimos.
Respeto a las organizaciones internacionales
Porque “los problemas mundiales a los que nos enfrentamos exigen respuestas cooperativas y multilaterales”, el Sumo Pontífice ratifica que “las organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, la OMS, la FAO y otras, que se crearon para fomentar la cooperación y la coordinación mundiales, deben ser respetadas y apoyadas para que puedan alcanzar sus objetivos en aras del bien común universal”.
Y, por parte de todos, es necesaria una “conversión”, puesto que el estallido de la pandemia - en el contexto más amplio del calentamiento global, la crisis ecológica y la trágica pérdida de la biodiversidad - representa “una llamada a nuestra familia humana a reconsiderar su curso, a arrepentirse y a emprender una conversión ecológica”.
Evitar el desarrollo de armas biológicas
Por último, el Papa hace hincapié en el tema de la plenaria sobre la supervivencia de la humanidad y pide también a los científicos responsabilidad ética “en el esfuerzo por detener no sólo la fabricación, la posesión y el uso de armas nucleares, sino también el desarrollo de armas biológicas, con su potencial para devastar a civiles inocentes y, de hecho, a pueblos enteros”. Y concluye:
En estos meses, el mundo entero ha dependido de ustedes y de sus colegas para proporcionar información, infundir esperanza y, en el caso de innumerables profesionales de la medicina, atender a los enfermos y a los que sufren, a menudo arriesgando sus propias vidas.
Al renovar mi propia gratitud y ofrecer mis mejores deseos de oración para las deliberaciones de su Sesión Plenaria, invoco sobre ustedes, sus familias y sus colegas las bendiciones de Dios de sabiduría, fortaleza y paz. +