Mons. Mestre: "¡Disfrutemos y demos a conocer la bondad de nuestro Dios!"
- 23 de septiembre, 2020
- Mar del Plata (Buenos Aires) (AICA)
"No relacionarse con Dios bajo la forma de trueque", "No encasillar a Dios" y "El Dios que es bondad y compasión", son los puntos que tomó el obispo de Mar del Plata para su reflexión de este domingo.
En su reflexión para el domingo 25º durante el año, el obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Antonio Mestre, reflexionó con la parábola de los obreros en la viña y eligió tres puntos: “No relacionarse con Dios bajo la forma de trueque”, “No encasillar a Dios” y “El Dios que es bondad y compasión”.
“¿En qué Dios creemos? La parábola se centra en estos temas y nada tiene que ver con cuestiones laborales, ni monetarias, ni de justicia distributiva”, explicó el obispo antes de comenzar.
No relacionarse con Dios bajo la forma de trueque
El prelado actualizó la parábola a nuestros días y explicó que “los primeros obreros se relacionan con Dios de forma mercantil”. Esto llevado a nuestro vínculo con Dios, “podemos decir: rezo o dejo de rezar, según Dios nos devuelva algo por lo que hacemos o dejamos de hacer”, dijo el obispo. Pero definió a esta forma de “trueque” de incorrecta como relación entre los seres humanos y Dios. “El Señor es quien tiene nuestra vida en sus manos. Es una alianza despareja porque Él es el todopoderoso y el omnipotente”, aseguró y aconsejó suplicar a Dios, pero sin situarse en una relación “de igual a igual”.
No encasillar a Dios
“La parábola describe simbólicamente lo que la primera lectura dice narrativamente: ‘los pensamientos de los hombres no son los de Dios’”, dijo monseñor Mestre en el segundo punto. La tentación de “encasillar” lleva a “etiquetar toda realidad de nuestra vida en nuestras formas y esquemas”. En cambio, el obispo señaló a Dios como el que “siempre aparece como novedad en la existencia de las personas”; “siempre desborda las pobres y frágiles capacidades humanas de conocimiento”.
El Dios que es bondad y compasión
Finalmente, el Evangelio muestra “que Dios es bondadoso y compasivo. Es el amigo incondicional, no es un Dios justiciero y amenazador”. Monseñor Mestre describió un Dios caracterizado por “su infinita misericordia, que no significa habilitar el pecado, sino ser fiel con su fuerza a la alianza que nos ha unido”. Por eso, animó a no “tomar a mal que Él sea bueno”, como lo hace el trabajador con el viñador. “¡Disfrutemos y demos a conocer en el servicio evangelizador la bondad y compasión de nuestro Dios! ¡Captemos que Dios es bondad suprema y difundamos así su presencia en el mundo!”, concluyó.+