El Papa definió al sacerdote italiano asesinado como "mártir de la caridad"
- 16 de septiembre, 2020
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco dedicó conmovedoras palabras sobre el padre Malgesini asesinado ayer en la ciudad lombarda de Como.
Antes de concluir la audiencia general de hoy, el papa Francisco se dirigió a la pequeña multitud reunida en el patio de San Dámaso en el Vaticano para pedirles que recemos “por todos los sacerdotes, religiosas, laicos que trabajan con personas necesitadas y descartadas por la sociedad”.
El pontífice tuvo unas palabras especiales para el sacerdote Roberto Malgesini, el "cura de la calle", el que servía a los "descartados" en Como, asesinado el martes por la mañana por uno de ellos, con problemas mentales.
Me uno al dolor y la oración de los miembros de su familia y de la comunidad de Como y, como dijo su obispo, alabo a Dios por su testimonio, es decir, por el martirio, por este testimonio de caridad hacia los más pobres.
Colaborador de la comunidad pastoral Beato Scalabrini, sirvió en Como San Rocco y fue allí donde acudió el obispo, monseñor Oscar Cantoni, en cuanto se enteró de la noticia del asesinato del padre Roberto Malgesini.
“Este sacerdote nuestro”, dijo el obispo que expresó “profundo dolor y desorientación por lo ocurrido”, pero también “orgullo”, porque el padre Roberto siempre trabajó en primera línea, “hasta el punto de dar su vida al menos favorecida”.
El cuerpo del padre Roberto fue encontrado la mañana del martes a las 7 de la mañana, cerca del canónico de San Rocco, en el centro de Como, donde se hospedaba. Numerosas heridas de arma blanca, la fatal en el cuello.
Según una reconstrucción inicial realizada por los investigadores, el padre Roberto inició su ronda habitual de reparto de pequeñas comidas cuando probablemente se encontró con el asesino esperándolo: un vagabundo conocido por el sacerdote, con quien aparentemente tenía una buena relación y a quien asistía.
Debido a la falta de testigos, aún se desconocen las circunstancias en las que se produjo el asesinato.
Un padre para los pobres
Asombro entre tanta gente, muchos de ellos extranjeros, que el padre Roberto se reunía y miraba a diario. Decenas de ellos acudieron a la escena del crimen para estar, de una forma u otra, cerca de lo que consideraban un padre.
“Para los pobres, fue realmente un padre”, dijo monseñor Cantoni. Para él, como obispo, el padre Roberto era, en cambio, como un hijo: “Sí, era como un hijo y nos veíamos con frecuencia. Me contó su actividad -continúa- revelando las más hermosas realidades, porque ejercía su ministerio con alegría. Una vocación dentro de la vocación”. +