Ángelus del Papa: Es preciso perdonar para ser perdonados

  • 13 de septiembre, 2020
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa alentó este domingo a las familias y a la sociedad a perdonar. El rencor es "como una mosca fastidiosa de verano".

El papa Francisco hizo este domingo, antes del rezo del Ángelus, un llamado al perdón, recordando que Dios es al mismo tiempo justicia y misericordia.

“¡Cuántas familias desunidas que no saben perdonarse! ¡Cuántos hermanos que tienen ese rencor dentro! Es necesario aplicar el amor misericordioso en todas las relaciones humanas: entre los esposos, entre padres e hijos, dentro de nuestras comunidades, en la Iglesia y también en la sociedad y en la política”, exhortó el pontífice.

Comentando el Evangelio de hoy, que narra el episodio sobre los dos siervos deudores, el Papa mostró sobre todo la desproporción entre el siervo que “le debe a su señor diez mil talentos, una suma enorme, millones y millones de dólares” y el criado que le debe al primer siervo una “cifra pequeñísima, quizás como el salario de una semana”.

“En la parábola -explicó- encontramos dos actitudes diferentes: la de Dios -representado por el rey, que perdona mucho- y la del hombre.

En la actitud divina, la justicia está impregnada de misericordia, mientras que la actitud humana se limita a la justicia. Jesús nos exhorta a abrirnos con valentía a la fuerza del perdón, porque no todo en la vida se resuelve con la justicia. 

Hace falta ese amor misericordioso, que también es la base de la respuesta del Señor a la pregunta de Pedro que precede a la parábola: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo?». Y Jesús le contesta: «No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete». En el lenguaje simbólico de la Biblia, ¡eso significa que estamos llamados a perdonar siempre!”.

¡Cuántos sufrimientos, cuántas divisiones, cuántas guerras podrían evitarse si el perdón y la misericordia fueran nuestro estilo de vida! ¡También en la familia! ¡Cuántas familias separadas que no saben perdonarse! ¡Cuántos hermanos que llevan ese rencor dentro! Es necesario aplicar el amor misericordioso en todas las relaciones humanas: entre los esposos, entre padres e hijos, dentro de nuestras comunidades, en la Iglesia y también en la sociedad y la política.

El pontífice contó seguidamente que “esta mañana, mientras celebraba la misa, me impresionó la primera lectura de Sirácida (el libro del Eclesiástico), que dice: ¡Acuérdate del fin y deja de odiar! Pensemos en esta frase tan impactante. Y no es fácil perdonar. Cuando estamos tranquilos decimos: ¡éste me ha hecho de todo! Aunque yo también lo ofendí muchas veces. Pero después el rencor vuelve como una mosca molesta de verano. Debemos perdonar siempre, no solo en algunos momentos”.

“Encomendémonos -concluyó- a la maternal intercesión de la Madre de Dios. Que Ella nos ayude a darnos cuenta de cuánto estamos en deuda con Dios, y a recordarlo siempre, para tener el corazón abierto a la misericordia y a la bondad”.

Llamado a la protesta pacífica en lugares de tensión
Después de la oración mariana, Francisco dirigió un llamamiento por todos aquellos lugares del mundo donde hay tensiones entre la sociedad civil y los poderes políticos. El Papa se refirió a muchas situaciones (sin dar el nombre de ningún país) donde se están produciendo “numerosas manifestaciones populares de protesta que expresan el creciente descontento de la sociedad civil ante situaciones políticas y sociales especialmente críticas”.

Y agregó: “Al mismo tiempo que exhorto a los manifestantes a presentar sus reclamos de manera pacífica, sin ceder a la tentación de la agresión y la violencia, hago un llamado a todos los que tienen responsabilidades públicas y de gobierno para que escuchen la voz de sus compatriotas y den respuesta a sus justas aspiraciones, asegurando el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades civiles”.

Francisco dirigió después una invitación a las comunidades eclesiales que viven en esos contextos para que los pastores trabajen “en favor del diálogo y en favor de la reconciliación”.+