Ángelus: Llevemos nuestra historia a los pies del Señor
- 16 de agosto, 2020
- Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa instó este domingo a tomar el ejemplo de la fe de la cananea que narra el Evangelio de hoy.
Creer en la misericordia de Dios, "tocando la ternura de Dios, la ternura de Jesús" tal como lo hizo la cananea que narra el Evangelio de hoy, con el ejemplo de esta confiada sabiduría, es la invitación que hizo el papa Francisco en su reflexión antes de la oración mariana del Ángelus.
Desde la ventana del palacio apostólico, Francisco explicó que “cada uno tiene su propia historia y no siempre es una historia 'para exportar', no siempre es una historia limpia. Muchas veces es una historia difícil, con tantos dolores, tantos problemas y tantos pecados”.
Dirigiéndose al grupo de fieles congregados en la Plaza de San Pedro preguntó: “¿Qué hago con mi historia? ¿La escondo? ¡No! Debemos llevarla ante el Señor. “¡Señor, si quieres, puedes curarme!”.
De la escena evangélica de la mujer cananea que pide ayuda a Jesús para la curación de su hija enferma, surge una segunda reflexión que ayuda a comprender la valentía de "esta madre" que es capaz de "intuir que la bondad del Dios Altísimo, presente en Jesús, está abierta" a todas las necesidades de sus criaturas”, dijo el pontífice.
“Esto es lo que nos enseña esta mujer, esta buena madre: el valor de llevar su propia historia de dolor ante Dios, ante Jesús; tocar la ternura de Dios, la ternura de Jesús”, subrayó el Papa.
Vayamos a Jesús, llamemos al corazón de Jesús y digamos: “¡Señor, si quieres, puedes curarme!”. Y podremos hacer esto si siempre tenemos el rostro de Jesús con nosotros, si entendemos cómo es el corazón de Cristo, cómo es el corazón de Jesús: un corazón que tiene compasión, que lleva nuestros dolores sobre sí mismo, que sigue adelante. de nosotros mismos nuestros pecados, nuestros errores, nuestros fracasos.
Precisamente en virtud del amor de Cristo por nuestras imperfecciones, por lo que somos exactamente, "sin trampas", Francisco propone el consejo para alimentar la familiaridad con él a través de una lectura constante del Evangelio.
Y siempre vuelvo al consejo que te doy: lleva siempre un pequeño Evangelio de bolsillo y lee un pasaje todos los días. Y allí encontrarás a Jesús tal como es, tal como se presenta; encontrarás a Jesús que nos ama, que nos ama tanto. Lleva el Evangelio: en el bolso, en el bolsillo y hasta en el celular, para verlo seguido, aconsejó.
La invitación, sentida como la de un padre, es por tanto ver el amor del Señor por sus criaturas y aprender la "hermosa oración" enseñada por una mujer pagana. Pero para mostrarse a Jesús y pedir su ayuda, se necesita valor, virtud a la que aspirar con la intercesión de María.
“Que el Señor nos ayude a todos a rezar esta hermosa oración que nos enseña una pagana. Que la Virgen María interceda con su oración, para que en todo bautizado crezca la alegría de la fe y el deseo de comunicarla con el testimonio de una vida coherente, que nos dé el valor de acercarnos a Jesús y decirle: "Señor, si quieres, puedes curarme!".+