Mons. Han Lim Moon: Cómo atravesar las tormentas de la vida
- 8 de agosto, 2020
- San Martín (Buenos Aires) (AICA)
El obispo auxiliar de San Martín en su homilía para el domingo 9 de agosto comparó la tormenta que atravesaron los apóstoles en el Evangelio, con las tormentas cotidianas que la vida presenta
En su homilía para el 19° domingo durante el año, el 9 de agosto, el obispo auxiliar de San Martín, monseñor Han Lim Moon, comparó la tormenta que atravesaron los apóstoles en el Evangelio de San Mateo, con las tormentas cotidianas que la vida presenta.
Al comenzar, el obispo hizo mención a la crisis que trajo el Coronavirus al mundo: “Crisis socioeconómica, eclesial, familiar y personal en la salud física y anímica por el aislamiento, soledad, depresión, angustia y agotamiento. Y muchos estamos luchando para no hundirnos”.
En el Evangelio, la actitud de los discípulos “angustiados por miedo a la muerte y agotados de tanto luchar en la noche oscura”, se asemeja a la que muchos pueden estar pasando en estos días. Sin embargo, “hacia el final de la noche, Jesús se acercó a ellos”.
Cuando Pedro le pide ir caminando hacia Él sobre las aguas, Pedro duda y comienza a hundirse. “En nuestra vida, muchas veces nos encontramos con tormentas fuertes e imprevistas y algunas dolorosamente duran muchos años como un túnel interminable. Y aunque intentamos evitarlas no es posible porque, lamentablemente, algunas tormentas forman parte de la vida”, expresó monseñor Moon.
A veces esas tormentas “son muy duras, dolorosas, fuera de nuestra imaginación y tenemos la sensación de pisar constantemente el agua sin fondo”, y “ansiamos que alguien venga a salvarnos”. Monseñor Moon señaló que la clave está en reconocer “que no podemos salvarnos por nuestra propia fuerza y ansiamos de verdad al Salvador”.
En la caminata de Pedro por el agua hay tres elementos, describió el obispo: “Primero, caminar poniendo la mirada fija exclusivamente en Jesús y con toda confianza”; “segundo, no distraernos por las dificultades y limitaciones propias o circunstanciales, que no son para nada obstáculos para que Él nos salve”; y “tercero, en caso de necesidad, gritar a Jesús con toda nuestra fuerza: ‘¡Señor, sálvame!’”.
En este sentido, monseñor Moon aconsejó “pedir ayuda a amigos, profesionales y especialmente a personas de confianza, preferentemente de unos 10 años mayor porque suelen haber pasado por este estilo de tormentas”. De este modo, estaremos más preparados para atravesar la experiencia.
Finalmente, el obispo dijo que en realidad “ya tuvimos la experiencia de ‘hundirnos’ en el agua cuando recibimos el bautismo, inclusive hemos muerto con Jesús y hemos resucitado con Él”, porque “el bautismo nos capacita para superar todo tipo de tormenta. Además, contamos con el acompañamiento constante del Señor Jesús por cada uno de nosotros”.+