Mons. Barba celebró la última misa en Gregorio de Laferrere
- 6 de julio, 2020
- Gregorio de Laferrere (Buenos Aires) (AICA)
El obispo electo de San Luis, monseñor Gabriel Barba, celebró la última misa en la diócesis Gregorio de Laferrere y se despidió de la comunidad dejando un emotivo recuerdo.
El domingo 5 de julio, con la catedral Cristo Rey a puertas cerradas, el obispo electo de San Luis, monseñor Gabriel Bernardo Barba, celebró la última misa en la diócesis Gregorio de Laferrere y se despidió de la comunidad.
En su homilía se refirió al Evangelio: “Los pequeños tienen una predisposición distinta, una fecundidad distinta y una libertad distinta, para que en las semillas del reino pueda echar raíces porque no hay obstáculos. Jesús nos invita a ser libres en serio, a ser hombres y mujeres de Dios. Debemos llegar a su encuentro para poder llegar al Padre, porque Él es el único que nos lleva a Dios. No es un camino de normas o leyes, sino un camino de comunión con Jesús”.
En referencia al tiempo transitado, mencionó: “Como humanidad este es un tiempo especialmente difícil donde se nos han caído tantas estructuras, estamos viviendo un despojo muy grande. Sin duda esto nos agobia. Pero es una oportunidad interesantísima para volver a Jesús más libres y captar la esencia. Porque a veces nos enganchamos con accidentes perdiendo lo esencial”.
Monseñor Barba denominó al tiempo como una “oportunidad para la Iglesia” para volver a Jesús. “Muchos de los que están acá en esta comunidad virtual, no se imaginaban participar de tantas veces a misa, celebrar unidos en una nueva modalidad que, si bien no reemplaza la comunidad presencial, es un existente que también nos enseñó a vivir y ser miembros de la Iglesia y alimentarnos de la fe de este modo”, les dijo.
Finalizada la celebración, el prelado rezó a los pies de la Virgen de Luján y le ofrendó un ramo de flores. Seguidamente, dedicó un video a la comunidad con recuerdos de los seis años compartidos en la diócesis. En sus palabras a la comunidad evocó la misa de su ordenación episcopal el 1 de marzo de 2014, “donde eramos más de tres mil personas y parecía que no entraba nadie más”. Pero resaltó que “hoy gracias a la virtualidad, hemos vivido la misa más multitudinaria de nuestra diócesis”.
“Templos vacíos pero Iglesia viva. Puertas cerradas pero Iglesia doméstica abierta y viva”, expresó monseñor Barba, y concluyó: “Hoy termina mi ministerio en esta diócesis y ustedes ya saben quién es el próximo pastor que los va a acompañar. Ahora con toda la fuerza, la esperanza y la alegría, acompáñenlo para que monseñor Jorge Torres Carbonell sea él con sus propias características y carisma. Me voy a san Luis y allí pondré mi corazón. Muchas gracias, que Dios los bendiga y hasta siempre”. El prelado se retiró de la catedral dejando una emotiva imagen. +