El Movimiento de Schoenstatt rechazó firmemente la acusación de presunto abuso sexual de su fundador
- 3 de julio, 2020
- Roma (Italia) (AICA)
La presidencia general del Movimiento de Schoenstatt expresó su total rechazo a las acusaciones de supuestos abusos sexuales contra religiosas del fundador del Movimiento, padre José Kentenich.
uLa presidencia general del Movimiento de Schoenstatt expresó su total rechazo a las acusaciones de supuestos abusos sexuales contra religiosas del fundador del Movimiento, padre José Kentenich.
“Rechazamos firmemente la acusación de que José Kentenich haya sido culpable de abuso sexual a miembros del Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt. Su comportamiento hacia otras personas –especialmente frente a las mujeres– siempre estuvo marcado por una pronunciada reverencia y estima, como también por el principio de la intangibilidad corporal, que también imprimió en sus comunidades”, se lee en el comunicado difundido el 2 de julio por la presidencia general de la Obra internacional de Schoenstatt a las acusaciones contra su fundador difundidas en diversos medios de comunicación en las últimas horas.
La acusación contra el sacerdote alemán la difundió la ex profesora de teología e historia de la Iglesia en la Universidad Pontificia Lateranense y en el Ateneo “Regina Apostolorum” Alexandra von Teuffenbach.
Se basa en una denuncia que ella descubrió en los archivos vaticanos del Santo Oficio, accesibles a investigadores desde el pasado mes de marzo.
En su informe, la experta en historia de la Iglesia presentó supuestos diálogos de contenido sexual que habrían ocurrido entre el padre Kentenich e integrantes del Instituto de las Hermanas de María de Schoenstatt antes de la visita apostólica del padre Tromp.
Además, señaló la existencia de al menos una carta denunciando “abuso sexual” y dijo que otras misivas con contenido similar habrían sido desechadas por la entonces madre general de la institución religiosa en Alemania.
Von Teuffenbach denunció además el supuesto “grave abuso de poder por parte del fundador en perjuicio de las religiosas”.
La denuncia de abuso sexual fue realizada en el año 1949 por una mujer consagrada como Hermana de María de Schoenstatt que más tarde dejó ese instituto secular y certificados médicos demostraron que padecía esquizofrenia y está registrada en la documentación del proceso de canonización de José Kentenich, que exige sigilo.
Sobre abusos de autoridad, sí se registraron algunas denuncias más, incluso de la superiora general de aquel momento, aunque muy minoritarias entre las Hermanas de María, actualmente unas dos mil en los cinco continentes.
Esas denuncias pudieron influir en la decisión administrativa de Roma de separar al Padre Kentenich de la obra de Schoenstatt exiliándole a Milwaukee (Estados Unidos), aunque nunca se presentó el cargo de abuso sexual ni se llevó a cabo ningún juicio.
Al cabo de 14 años, el Vaticano revocó los decretos que separaban al sacerdote de su fundación, invalidando con ello también la acusación de abuso de poder.
El Padre Kentenich regresó en 1965 a Europa y asumió de nuevo una activa posición como fundador de Schoenstatt. El papa Pablo VI lo recibió en el Vaticano y le agradeció su fidelidad.