Mons. Bressanelli: "Hesayne, más que profeta"
- 18 de junio, 2020
- Viedma (Río Negro) (AICA)
Monseñor Virginio Bressanelli escribió una semblanza sobre Miguel Hesayne, en la que presenta la vida de su hermano episcopal "en su totalidad" y lo define como un padre obispo, "más que profeta".
El obispo emérito de Neuquén, monseñor Virginio Bressanelli SCJd, escribió una semblanza sobre monseñor Miguel Esteban Hesayne para una revista de su congregación, en la que presenta la vida de su hermano episcopal “en su totalidad”.
El prelado busca abarcar en su escrito diversos aspectos de la vida del obispo emérito de Viedma recientemente fallecido en Azul, provincia de Buenos Aires, y no solamente algunos destacados, como su labor por los Derechos Humanos y el tema de la dictadura militar.
El deseo de monseñor Bressanelli es que este escrito sirva para que “muchos conozcan” a monseñor Hesayne, “más que profeta”.
En la semblanza, el prelado neuquino subraya su sentido de familia, su opción vocacional, su ser sacerdotal “todo de Dios y todo para su pueblo” y su corazón eclesial, entre otros puntos.
Asimismo, hace hincapié en su rol de guía espiritual del Instituto Cristífero. Esa obra secular femenina de vida consagrada, actualmente de derecho pontificio, fundada por Beatriz Abadía con el asesoramiento de monseñor Hesayne, a quien se lo considera cofundador.
Monseñor Bressanelli subraya que el paradigma, o la carta magna, del ministerio episcopal de monseñor Hesayne fue “la pastoral de la Iglesia Apostólica según el libro de los Hechos de los Apóstoles” y considera que el compendio de lo que quiso que fuera, y lo que de hecho fue, su ministerio episcopal se resume en dos de sus documentos: la exhortación pastoral postsinodal de Viedma (07.04.1985) y el discurso de bienvenida al papa Juan Pablo II, con ocasión de su visita a la Patagonia, en Viedma (07.04.1987).
En cuanto a su labor pastoral en la diócesis de Viedma, el prelado afirma que que monseñor Hesayne adoptó de entrada la decisión pastoral de “ser misionero”, a la que luego le añadió la de “estar presente”.
“Vio ante todo la necesidad de reafirmar en Viedma el concepto teológico y pastoral de Iglesia particular”, recuerda, y señala que esto le dio pie a la formación de las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs).
Monseñor Bressanelli rescata la opción que el padre obispo hizo “por los pobres y desde ellos a todos” y su mirada y atención a los aborígenes, especialmente los mapuches.
También dedica varios párrafos a lo que evalúa como “lo más conocido” de monseñor Hesayne, fuera del espacio eclesial, que fue “su valiente defensa de los Derechos Humanos, de la vida humana en forma integral y de la dignidad de toda persona” y “la denuncia contra toda violación y atrocidades cometidas por el terrorismo de Estado instaurado durante la última dictadura militar (1976-1983) con detenciones, secuestros, torturas, desapariciones, muertes, robos de niños, robos materiales, etc…”
“Su lucha por los Derechos Humanos prosiguió más allá de la Dictadura. Se extendió hasta el final de su vida”, asegura.
El obispo emérito de Neuquén afirma que “en Hesayne se percibe la unidad de un binomio consustancial con su persona: su calidad humana y su vivencia evangélica” y reconoce que su “espiritualidad encarnada y pascual”, requiere un estudio mayor en profundidad, no simples pinceladas.
“Hesayne, al ser ordenado obispo, inspirado en Marcos 10, 45, asumió un lema que resume toda su vida y su ministerio ‘Para servir y dar la vida’. No le cupo algo mejor. Su vida fue un constante servicio a todos, sin excluir a nadie. Su existencia fue para Cristo y para los demás, fiel al Evangelio, defendiendo la vida en todas sus expresiones para que todos tuvieran vida en abundancia”, valoró.
“En la Argentina puede ubicarse entre los pastores que, insertos en su momento histórico, mejor supieron ofrecer el mensaje cristiano, integrando todas las dimensiones del ser humano y el sueño de felicidad plena que el Padre Dios tiene para con todos sus hijos”, concluyó.+