El obispo de Mar del Plata, monseñor Gabriel Mestre, acudió a tres frases en torno a la salvación y a la corrección fraterna del Señor, para la reflexión dominical del domingo 25 de agosto: "¿Cuántos se van a salvar?", "El camino de la salvación" y "Dejarnos corregir por el Señor y corregir con misericordia".
El obispo de Mar del Plata,
monseñor Gabriel Mestre, acudió a tres frases en torno a la salvación y a la corrección fraterna del Señor, para la reflexión dominical del domingo 25 de agosto: "¿Cuántos se van a salvar?", "El camino de la salvación" y "Dejarnos corregir por el Señor y corregir con misericordia"
¿Cuántos se van a salvar?
"La pregunta de la persona de la primera parte del Evangelio refleja una mentalidad extendida en la época de Jesús y también en algunos grupos religiosos de la actualidad", comenzó diciendo el obispo. Pero Jesús lo dice con claridad en la primera lectura: "Todos los seres humanos están invitados a la salvación", porque "no hay límite de nación, raza, cultura, época, situación social, condición sexual que pueda limitar la misericordia del Dios que quiere salvar a su misma creatura".
El camino de la salvación
En el segundo punto, monseñor Mestre recordó que, si bien el camino de la salvación es para todos, "el Evangelio deja en claro que se necesita la respuesta afirmativa del ser humano". Respuesta que implicará "entrar por la puerta estrecha". "No alcanza con haber ?comido y bebido? con el Señor. Hace falta un compromiso de apertura de corazón a Dios para dejarse nutrir con su gracia y responder así con los valores del Evangelio en todos los ámbitos de la vida", manifestó. "Jesús no da recetas fáciles para salvarse", siempre implicará responsabilidad y también serenidad.
Dejarnos corregir por el Señor y corregir con misericordia
En el último punto de su reflexión, el obispo de Mar del Plata recurrió a la segunda lectura: "Hoy en día las palabras corrección y reprender, y, sobre todo castigo, son muy poco populares y se han eliminado de la mayoría de los esquemas educativos", explicó. Sin embargo, el prelado opinó que estos términos bien entendidos "son categorías bíblicas que debemos recuperar como hoy nos enseña la Palabra". Por supuesto quitando cualquier mala comprensión que justifique el abuso o la violencia. Pero la "corrección del Señor" proviene del amor. Aunque cueste o disguste esa corrección, "a la larga nos hace mucho bien".+