Mons. Martínez Perea: "Que la Argentina no sucumba ante la cultura de la muerte"
- 8 de agosto, 2019
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San Luis (AICA)
En el marco de una Jornada por las Dos Vidas, el obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea, pidió a Dios que bendiga al país para que "no sucumba ante la ?cultura del muerte? que se promovería con leyes que favorezcan el aborto, directamente intentado como fin o como medio". También oró para que los legisladores que defendieron la vida hace un año, lo sigan haciendo para que no se apruebe "una ley contraria a la vida".
El obispo de San Luis, monseñor Pedro Daniel Martínez Perea, pidió a Dios que bendiga al país para que "no sucumba ante la ?cultura de la muerte? que se promovería con leyes que favorezcan el aborto, directamente intentado como fin o como medio".
El prelado hizo esta afirmación en un mensaje en el marco de la Jornada por las Dos Vidas, que se celebró el domingo 4 de agosto e incluyó la exposición del Santísimo Sacramento antes de cada misa en la diócesis y el rezo del Rosario con esa intención.
"Que Dios, por intercesión del Inmaculado Corazón de María, bendiga e ilumine a quienes tienen la responsabilidad de conducir a los pueblos para que siempre se respeten tanto en la educación como en las leyes las dos vidas: la del hijo y la de la madre", rogó.
El obispo pidió a Dios que bendiga a los legisladores que "en medio de muchas contrariedades las defendieron hace un año de modo eficaz y para que las sigan defendiendo, no permitiendo que se aprobara una ley contraria a la vida".
"La afirmación de la vida es un reconocimiento al don de Dios, especialmente cuando se valora y defiende un ser humano indefenso que es también imagen y semejanza de Dios", recordó.
Monseñor Martínez Perea también les recordó las palabras de la Madre Teresa de Calcuta en 1979 al recibir el Premio Nobel de la Paz, quien luego de rezar con los presentes la oración de san Francisco de Asís, refiriéndose al aborto sostuvo:
"Para mí, esas naciones que han legalizado el aborto son las naciones más pobres de todas. Tienen miedo de los más pequeños, tienen miedo de los niños no-nacidos. Y el niño debe ser asesinado, porque no quieren más niños, no quieren educar a más niños".
"Fue un niño no-nacido el que reconoció la presencia de Jesús cuando María fue a visitar a su prima Isabel, como leemos en el Evangelio, en el momento en que María entró en la casa el pequeño en el seno de su madre exultó de alegría. Reconoció al príncipe de la paz.
"Es por ello que debemos tomar una sólida resolución: vamos salvar a todo pequeño, a todo niño no-nacido, dándole la posibilidad de nacer. Estamos luchando contra el aborto a través de la adopción. El buen Dios ha bendecido el trabajo que realizamos de modo maravilloso porque hemos salvado la vida de miles de niños y han encontrado un hogar donde son amados, queridos y protegidos".+