Con la presencia del arzobispo de Mendoza y promotor de la causa de canonización, monseñor Marcelo Colombo, el sábado 3 de agosto fueron entronizadas en la catedral María Auxiliadora, en la diócesis de Neuquén, las reliquias de los mártires riojanos.
A pocos meses de su beatificación, las reliquias de los mártires riojanos fueron entronizadas en la catedral María Auxiliadora, de la diócesis de Neuquén. La celebración fue el sábado 3 de agosto y contó con la presencia del arzobispo de Mendoza y promotor de la causa de canonización,
monseñor Marcelo Colombo y de una multitud de fieles que acompañaron este momento de gracia.
La misa fue concelebrada por el obispo de Neuquén,
monseñor Fernando Croxatto, y se enmarcó en un nuevo aniversario del 4 de agosto de 1983, día en que los obispos Jaime De Nevares, de Neuquén; Esteban Hesayne de Viedma; Jorge Novak, de Quilmes; y Marcelo Mendiarat, obispo del Uruguay que se hallaba exilado en la Argentina, se reunieron en Neuquén para denunciar por primera vez que el obispo de La Rioja, monseñor Enrique Angelelli, dos sacerdotes y un laico, habían sido asesinados durante el gobierno militar.
Durante la celebración, los obispos se acercaron a la tumba de don Jaime de Nevares para rezar junto con el pueblo de Dios la oración a los mártires riojanos, testigos de la fe.
La fiscalía del Tribunal Superior de Justicia que recibió la denuncia resolvió girarla a la Justicia de La Rioja para la apertura de la investigación. Luego, con la sanción de las leyes de obediencia debida y punto final, la causa quedó paralizada hasta que hace cuatro años la justicia determinó que ese supuesto "accidente" fue en realidad un asesinato.
En la mañana del 4 de agosto, monseñor Croxatto y el arzobispo de Mendoza visitaron la parroquia San Juan Bosco, de Cutral Có, para acercar las reliquias de los mártires a quienes no pudieron llegar a la catedral.+