Cercanía del Papa con las víctimas de la masacre en EE.UU

Luego del rezo del Ángelus, el papa Francisco expresó este domingo su cercanía por las víctimas de los "episodios de violencia que en estos días han ensangrentado Texas, California y Ohio, en los Estados Unidos.

El papa Francisco expresó esta mañana, luego del rezo del Ángelus, sus condolencias por las víctimas indefensas de las masacres ocurridas en Texas, California y Ohio, en los Estados Unidos "Los invito a unirse a mi oración por quienes han perdido la vida, por los heridos y sus familiares", animó el Santo Padre a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro. Los ataques El último ataque ocurrió en la noche entre el sábado y el domingo en Dayton, Ohio, donde un hombre salió a la calle con un rifle matando a 9 personas e hiriendo a otras 16. La masacre llevada a cabo por el homicida, que fue asesinado durante la intervención de las fuerzas policiales y cuyas motivaciones aún se desconocen, tuvo lugar a pocas horas de lo ocurrido en El Paso, Texas, donde un joven de 21 años disparó en un centro comercial, causando la muerte de 20 personas e hiriendo a otras 26. La condena de los obispos estadounidenses "La violencia vinculada al uso de armas de fuego se ha convertido en una plaga que continúa sin control y se extiende por todo el país", comentó el cardenal Daniel Di Nardo, arzobispo de Galveston-Houston y presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (Usccb), en una nota también firmada por monseñor Frank J. Dewane, obispo de Venice, en Florida y presidente de la Comisión de Justicia y Desarrollo Humano de la Uscbb: "Las cosas -escriben los obispos- deben cambiar" y por eso, "una vez más", se pide "una legislación eficaz que aborde las razones" por las cuales en las comunidades americanas, "continúan ocurriendo estos inimaginables y repetidos episodios de violencia armada y homicida". Vigilia de oración Mientras tanto, una vigilia de oración por las víctimas fue organizada durante la noche por el obispo de El Paso, monseñor Mark Seitz, mientras que monseñor Gustavo García-Siller, obispo de San Antonio, destacó en una nota la "gratitud a la policía y al personal de emergencia que fueron los primeros en llegar al lugar de este atroz crimen, y cuyas acciones sin duda han salvado otras vidas. Esta violencia sin sentido asusta una vez más nuestras conciencias, porque parece que el derramamiento de sangre que nos abruma no tiene fin", expresó. "Invitamos al Señor y al Espíritu Santo a que nos ayuden a restablecer y reconstruir el respeto por la vida en nuestra nación y a poner fin a esta indescriptible matanza que continúa repitiéndose de una manera desgarradora", rogó.+